Dios mío, Dios mío - Siete Palabras

Id y proclamad! - Un pódcast de On Air Ediciones

El Salmo 22 lo describe con una precisión escalofriante: "Soy gusano, y no hombre; oprobio de los hombres y despreciado del pueblo" (Salmo 22:6). "Se reparten mis vestidos, y sobre mi ropa echan suertes" (Salmo 22:18). Es como si David, inspirado por el Espíritu, hubiera visto la cruz cientos de años antes. Pero aquí está el detalle: Jesús no solo cumple el salmo; lo vive. Siente el abandono que el salmista expresó. Y al gritarlo, nos dice: "Yo sé lo que es estar en tu lugar".