#4x03 | Google Cloud: ¿es sostenible la nube virtual?
Hora Verde - Un pódcast de José David Millán
El rápido avance de las tecnologías digitales ha acelerado la construcción de cientos de centros de datos en todo el planeta. En estos emplazamientos físicos, donde se alojan ordenadores, redes y equipos de TI, se almacenan, comparten y administran datos críticos que permiten el funcionamiento diario de empresas y consumidores. Las proyecciones estiman que la cantidad total de datos consumidos a nivel mundial aumentará rápidamente. Si en 2020 se alcanzaron los 64,2 zettabytes (medida de capacidad de almacenamiento digital), en 2025 la cifra podría triplicarse. Además este 2023, unos 5.300 millones de personas tendrán acceso a internet y cerca de 29.300 millones de dispositivos estarán conectados con velocidades de acceso que aumentarán a un promedio de 110 Mbps. Estos avances en materia de digitalización no supondrían problema alguno si no fuera por la gran cantidad de energía que los centros de datos necesitan para evitar el sobrecalentamiento de sus instalaciones y funcionar correctamente. Los servidores y equipos alojados en estos emplazamientos se han convertido en auténticos devoradores de energía -y también de agua y de distintos tipos de metales y recursos finitos, en definitiva-, además de en grandes emisores de carbono a nivel mundial. La tecnología de la información y las comunicaciones consume entre un 5% y un 9% de la electricidad producida en el mundo. Solamente en la Unión Europea, los centros de datos son responsables por sí solos del 2,7% de la demanda de electricidad. Este elevado consumo de energía hace que estos espacios físicos representen hasta un 5% de las emisiones de gases de efecto invernadero, cantidad comparable a la que emite la industria de la aviación. Una de las soluciones que se está implementando cada vez con más fuerza para intentar amortiguar su elevado consumo energético es el uso de energías renovables. Además de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de estos espacios, las fuentes renovables protegen de la volatilidad de los precios de la energía y reducen su impacto ambiental, de ahí que los principales operadores de centros de datos como Amazon, Microsoft, Meta y Google, lideren la adquisición corporativa de energía renovable. Los últimos estudios revelan que una de las mejores formas de afrontar el desafío de la descarbonización de los centros de datos es trasladar parte de sus cargas de trabajo o todas ellas a la nube, todo un desafío que requiere una adecuada planificación. Hoy, en Hora Verde, hablamos sobre la "nube" y sobre servicios y herramientas digitales que pueden ayudar a combatir el cambio climático y a cuidar de la salud de las personas, con Javier Martínez, Director de Ingeniería de Google Cloud para España y Portugal.