Nortel, la empresa centenaria que eligió mal en el nacimiento de internet

Historias de la economía - Un pódcast de elEconomista - Lunes

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📼Todas las personas que tuvieran un vídeo en los años 80 recordarán la batalla entre Betamax, de Sony, y VHS. Dos formatos incompatibles entre sí, prácticamente idénticos, pero con las suficientes diferencias para que el VHS se alzase triunfador como el más versátil de los dos. Muy similar fue la batalla entre el minidisc y el CD, el zune de Microsoft y el iPod de Apple, o la Blackberry y los iPhones: uno de los modelos arrasó y obligó a sus rivales a pasarse a su campo, el otro desapareció sin dejar rastro. 📱A principios de los 2000, la empresa más grande de Canadá se encontró en la misma posición con otro de los grandes avances tecnológicos de la historia: internet. Había dos formas distintas de transmitir los datos en los que se asienta la red global que, en aquellos momentos, estaba aún desarrollándose. Nortel, una firma centenaria que descendía del mismísimo Alexander Graham Bell, se lo jugó todo a uno de esos dos sistemas. Se equivocó con su apuesta. Y no vivió para contarlo. 🇨🇦La historia de la firma se remonta a 1874, cuando Graham Bell, escocés, terminó de diseñar el primer modelo de teléfono en su residencia de Canadá, que por entonces acababa de lograr la autonomía respecto a Gran Bretaña. Tras patentar su invento en EEUU, Bell y su cuñado fundaron la Empresa Telefónica Bell en Boston, en 1877. Y tres años después formaron una filial al norte de la frontera, la que sería Bell Canada.