Auge y caída del Teletexto, un servicio pionero para inversores

Historias de la economía - Un pódcast de elEconomista - Lunes

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Hay un lugar donde encontrar las noticias del día, los resultados deportivos, los números de la lotería o las previsiones del tiempo. Y no es Google, sino el Teletexto, una herramienta presente en los televisores de todos los españoles... al menos de momento.Se trata de un invento británico, implantado en primer lugar por la prestigiosa BBC en los años 70. A España tardó un poco más en llegar. No fue hasta mayo de 1988, hace ahora34 años, cuando se pudo empezar a consultar el Teletexto en las 'teles' más modernas.El Teletexto era un sistema muy rudimentario, muy básico, al que se accedía con el mando de la televisión. Era, y sigue siendo, completamente gratis, pero requería un descodificador, que costaba unas 15.000 pesetas, o contar con un aparato que ya lo trajese incorporado, que costaban entre 120.000 y 180.000 pesetas, siendo los primeros de Sony o de ITT.España era por entonces un país con tan solo dos canales, la 1 y la 2, y ellos fueron los que lanzaron aquella primera versión. A pesar de los años que han pasado, el diseño era muy similar al actual, marcado por las limitaciones que imponía una interfaz con pocos colores, escasa tipografía y reducido espacio.La cadena pública invirtió 500 millones de pesetas, unos 3 millones de euros, en el proyecto. Una cantidad que recuperó rápidamente, según contaba entonces un directivo del canal, gracias al incremento de audiencia, ya que para poder consultar el Teletexto era necesario acceder al canal.Poco después llegaron las televisiones autonómicas y privadas, y con más o menos brío, también fueron lanzando sus propios servicios de Teletexto. Que eran, en forma y fondo, bastante similares. Lo dicho, estaba marcado por las limitaciones.Como si de una web prehistórica se tratase, se organizaba en páginas, a las que se accedía desde el mando con códigos de 3 cifras, que iban del 100 al 888. Y el paso de una a otra tenía el problema de que era bastante lento.Para facilitar la "navegación", todas esas páginas estaban divididas por categorías. ¿Qué se podía encontrar en el Teletexto? Principalmente, noticias. La información era la prioridad con la que nació. Información nacional, internacional, económica, deportes... Era como tener un periódico interactivo en la televisión.Por ejemplo, en una época en la que era muy difícil conocer los resultados de fútbol en tiempo real, en la que la jornada de liga no se emitía por televisión... el Teletexto permitía ver fácilmente el marcador de cada partido en directo.En el caso de las noticias económicas su labor fue fundamental, sobre todo en lo relativo en la inversión en bolsa. Hoy puede sonar raro, porque con internet podemos consultar la cotización de cualquier valor del mundo, en cualquier buscador, o en medios, como elEconomista. Pero en aquella época solo se podía consultar la información bursátil comprando el periódico, en papel, al día siguiente. También había algún programa de radio o televisión que informaba de la evolución de la bolsa, pero coincidiendo con su programación. Pero el sueño de los inversores de conocer las cotizaciones en tiempo real, actualizadas al momento, solo podía hacerse por teléfono, llamando a su broker, o acudiendo en persona al edificio de la bolsa.Y el Teletexto fue una revolución en este sentido. Permitía consultar la cotización de los principales índices bursátiles y sus títulos casi en tiempo real, con un decalaje de unos 15 minutos. Igual que ahora se puede hacer con Bloomberg, aunque es una aplicación que vale miles de euros al año. Incluía además información muy útil sobre los volúmenes negociados, y sobre todo tenía una sección sobre las acciones que mejor y peor se había comportado. Este dato es clave para calcular la beta de una acción. Permite medir el grado de correlación de una acción respecto a su propio índice, por lo que es muy útil para los analistas e inversores. Es...