OpenAI recrea la magia Ghibli
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OpenAI fusiona texto e imágenes con GPT‑4o, creando retratos estilo Studio Ghibli que generan sorpresa y polémica en redes socialesPor Félix Riaño @LocutorCoLa plataforma de inteligencia artificial OpenAI está dando de qué hablar. Su reciente actualización integra la generación de imágenes con GPT‑4o. Ahora, cualquier usuario puede convertir sus fotografías en escenas inspiradas en el universo de Studio Ghibli. Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, publicó en redes sociales su propia versión al estilo del famoso estudio japonés. Muchos reaccionaron con entusiasmo a la calidad de estas creaciones y comentaron la velocidad con la que la tecnología se está expandiendo. Hay quienes se sienten atraídos por su potencial creativo, y otros se preguntan si esto cambia la esencia del arte animado. ¿Estamos ante el nacimiento de una nueva estética o una simple novedad pasajera? ¿Resulta ofensivo para el arte tradicional? OpenAI anunció la integración de un generador de imágenes dentro de GPT‑4o, con la idea de unir texto y visuales en un mismo espacio conversacional. Esta novedad permite que las personas suban una foto y la transformen con filtros que evocan el arte de películas como “Mi vecino Totoro” o “El viaje de Chihiro”. Aunque el proceso parece mágico, detrás hay un sistema entrenado en millones de imágenes y descripciones. Usuarios en redes sociales comparten instantáneas suyas, de amigos o de escenas memorables, convertidas en lienzos de estilo Ghibli. El resultado cautiva por su alto nivel de detalle, y muchos lo comparan con tener un estudio de arte virtual a su disposición. Al explorar este avance, surge una inquietud que involucra derechos de autor y posturas artísticas. Hace años, el maestro Hayao Miyazaki expresó un rechazo frontal hacia la creación de animaciones con procesos automatizados. Su crítica parte de la idea de que las máquinas no captan la esencia ni la belleza que un artista coloca a mano en cada fotograma. Por otro lado, algunos creadores y actores temen que el uso de inteligencia artificial pueda borrar límites al tomar estilos reconocibles para entrenar modelos. Mientras, voces en Hollywood cuestionan si empresas como OpenAI buscan debilitar las protecciones de obras con derechos registrados para alimentar sus sistemas. Las redes sociales muestran dos bandos: entusiasmo por la accesibilidad de estas herramientas y recelo por la posible deshumanización del proceso creativo. La respuesta de Sam Altman no se hizo esperar. Él explicó que la meta original de OpenAI fue investigar sistemas capaces de generar soluciones prácticas para distintos campos, incluso la salud. Despertó sorpresa ver cómo miles de usuarios preferían usar la IA para creaciones más ligeras y entretenidas, como los retratos estilo Ghibli. Con humor, Altman contó que pasó años promoviendo el desarrollo de la superinteligencia, pero los mensajes que le llegan hoy en su mayoría festejan las caricaturas tipo anime. Por otra parte, en redes se discute el legado de Miyazaki y la postura tradicional frente al progreso tecnológico, con reflexiones sobre si es una ofensa contra la vida o un avance natural. Hasta ahora, no hay una respuesta unánime, pero queda claro que el público va a seguir explorando cada posibilidad. La industria cultural, mientras tanto, observa con atención y define nuevos límites. Quienes han probado el nuevo módulo de imágenes notan que GPT‑4o combina de forma fluida su conocimiento textual con la habilidad de recrear estilos visuales. La idea no se limita al anime: se pueden generar logotipos, fondos para videojuegos y diagramas. De acuerdo con OpenAI, el entrenamiento de la IA abarcó una amplia base de datos de imágenes e información textual. Esto facilita que reconozca rasgos específicos de la animación japonesa, como líneas sutiles, ojos...