No es cuestión de suerte

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Ninguno de los Emprendedores de Éxito que he entrevistado está aquí porque ha tenido suerte o ha pegado un pelotazo.

Una sola vez conocí a un emprendedor que había montado un emprendimiento después de haber pegado un pelotazo a través de una empresa de predicción de apuestas deportivas. Pasó a dirigir un ecommerce con el que tuve una corta relación.

No he conocido mayor desastre de emprendimiento.

Pensándose que iba a pegar otro pelotazo, no fue capaz de crear un equipo ni de mantener la empresa -la había comprado ya arrancada-.

Cada vez que hablábamos me contaba que todo iba como la seda, pero a poco que trabajáramos, se evidenciaba que había un reguero de impagos, el personal duraba apenas semanas, era un desastre completo.

Ya hace unos años que desapareció y del emprendedor no tengo ni idea de qué se ha hecho, pero no pintaba nada bien.

Cada vez que he conocido a alguien que está triunfando con su proyecto, tiene la misma característica: Trabajo constante.

No trabajo duro, no tiene por qué. Constante.

Y aquí me incluyo, aquellos que me conocen bien saben que soy un pilón.

Estoy seguro que esa ha sido también la clave de mi éxito, la constancia pasara lo que pasara.

Para que te hagas una idea: Ahora mismo tengo 3 podcast semanales (dos de ellos desde 2019) y otro más bisemanal. Han estado varias veces entre el TOP 5 de la categoría en español.

Ni una sola vez he fallado en la publicación.

En años.

Pero es que si veo al resto de emprendedores a los que les va bien, les pasa lo mismo. Lo damos por hecho, no va a suceder, jamás.

Puede que haya errores, complicaciones, problemas. Pero pase lo que pase, seguiremos, mantendremos el trabajo para encontrar las soluciones adecuadas.

Y es esta constancia la que, poco a poco, genera éxitos. Crea experiencia y nos ayuda a ser más certeros.

Cuando he dado mentorías a emprendedores noveles, siempre que ha habido un fracaso ha sido por lo mismo: la falta de constancia.

Porque ahora te metes a tope, muy motivado, pero luego pasa algo que te despista y… ciao.

Si eres constante, si nunca te rindes, nunca puedes perder.

Aprende esto y tendrás medio camino hecho.