Una operación para destruir a Ayuso

El podcast de Francisco Marhuenda - Un pódcast de La Razón

A estas alturas resulta evidente que La Moncloa utilizó las cloacas del Estado para destruir política y personalmente a Ayuso. Es lógico que la presidenta madrileña recuerde que Sánchez «está acorralado por la corrupción», aunque no dimitirá. No solo eso, sino que se siente orgulloso de las tropelías cometidas por el aparato monclovita contra un ciudadano español. La reacción autoritaria del líder del PSOE, erigido en juez supremo como si fuera la última e inapelable fuente del Derecho, es cada vez más inquietante. Ha decidido sustituir la propaganda por la información y utiliza la mentira sin ningún rubor. La condición de bueno o malo, inocente o culpable depende únicamente de su arbitrariedad e intereses personales. Por supuesto, la izquierda mediática ataca con absoluto descaro al novio de Ayuso mientras defiende con fe ciega la inocencia de la familia presidencial y el ejemplar comportamiento de Sánchez. Es un insulto a la inteligencia. He de reconocer que nada me sorprende viendo cómo se ha atropellado el Estado de Derecho y la separación de poderes con la indigna ley de Amnistía. La deriva autoritaria cuenta con el fervoroso apoyo de Conde-Pumpido y sus palmeras en el Tribunal Constitucional, ya que están para lo que les manden desde La Moncloa.