El eclipse de luna que salvó la vida de Colón

El planeta de pascua - Un pódcast de rpascua

Las estrellas han servido de guía a los navegantes desde tiempos inmemoriales. En alta mar, donde sólo el agua llena la vista hasta el horizonte, los únicos puntos de referencia son el Sol, la Luna y las estrellas. Algo similar ocurre en el desierto. Conocer bien sus posiciones y movimientos sirvió a los navegantes para hacerse una idea aproximada de dónde estaban sus barcos, cuando se hallaban en mitad del océano. Si bajamos en latitud, nuevas estrellas surgen por la línea del horizonte sur y la estrella polar va cayendo hacia la línea del horizonte norte. Este punto estaba muy controlado por los antiguos navegantes. Distinto era el desplazamiento en longitud, donde lo que varía es la hora local. En la antigüedad no había relojes precisos y hubo que esperar siglos para que los navegantes tuvieran controlada la longitud. Pero de lo que no hay duda era de que los navegantes conocían bien los cielos. Y no era raro que llevaran sus libros de tablas astronómicas en sus viajes.