Tesla, una estafa

El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant

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Aunque en las Universidades de Periodismo te dicen que no hay que poner interrogantes en los titulares, yo los uso mucho. Creo que despiertan cierta intriga al lector o espectador y dan una cierta salvaguardia al periodista. Pero esta vez no he titulado: “Tesla, ¿una estafa?” con interrogantes. No. ¿Por qué? Porque no tengo dudas: Tesla es una estafa. Confieso que llevo dos años rehuyendo el tema de Tesla, a pesar de que muchos me lo habíais pedido. Pero toca “mojarse”. ¿El motivo? Podría quedar bien con vosotros y decir que es porque muchos me lo habéis pedido… pero no soy mentiroso y he decidido mojarme tras una conversación con mi hijo. Así que voy a hablar de Tesla y del señor Elon Musk. Y os adelanto una cosa: Voy a ir al grano. Primer engaño: El nombre. Tesla nada tiene que ver con Nikola Tesla que fue un ingeniero serbio nacionalizado estadounidense, de azarosa vida, rival encarnizado de Thomas Alva Edison y que llego a tener un grandísimo reconocimiento en los EE.UU. de Norteamérica. Pero Tesla era defensor a ultranza de la corriente alterna… y los Tesla y todos los coches eléctricos utilizan corriente continua, porque todas las baterías tienen corriente contínua. Segundo engaño: Los beneficios. Si vas a comprar acciones de Tesla pensando en los beneficios… lo llevas claro. Tesla nunca ha repartido beneficios… ni lo va a hacer… Si quieres ganar dinero con Tesla lo que tienes que hacer es comprar acciones y venderlas por más dinero… pero date prisa… Tercer engaño: Una buena inversión. “Las acciones de Tesla están sobrevalorada más de 150 veces sobre su valor real”. Esto no lo digo yo, los dice la prestigiosa consultora de Wall Street New Construct. Cuarto engaño: El futuro. "Creemos que Tesla es un gran, gran castillo de naipes, uno de los más grandes de todos los tiempos, que se está preparando para derrumbarse". Esto tampoco lo digo yo, lo dice el analista americano David Trainer. Quinto engaño: Dinero público. En los EE.UU. de Norteamérica se destaca la red de supercargadores de Tesla. Es verdad. Pero ¿quién ha pagado esa red? Es público y notorio que Tesla ha recibido dinero público en cantidades ingentes… Sexto engaño: Promesas. Tesla no cumple lo que promete. Y no hablo solo de finanzas, sino de aspectos técnicos, por ejemplo, del camión de Tesla. La marca dice que su autonomía puede estar entre las 300 y las 500 millas. O sea, entre los 480 y los 800 km. Bueno, pues tienen el valor de decir que esta autonomía le permite codearse con los camiones convencionales… Un camión convencional duplica o triplica o cuadriplica esa autonomía… Séptimo engaño: Ecología. Ir por ahí arrastrando casi tres toneladas de coche, con unas enormes baterías de las que, generalmente usaremos solo una pequeña parte, no es lo que se dice “la mejor definición de ecología” Los Tesla con coches muy caros de fabricar energéticamente hablando, ha conseguido muchos seguidores en el mundo y ha conseguido que muchos usuarios y parte de la industria mundial del automóvil abandonara la racionalidad inicial de los eléctricos pequeños, para construir pesados “tanques” que se usan para recorrer unas decenas de km diarios… Octavo engaño: La seguridad. Las demandas a Tesla por hacer coches peligrosos, como reza una sentencia “irracionalmente peligrosos” se multiplican dentro y fuera de los EE.UU. de Norteamérica, pero sobre todo en su país de origen. También acusan a Tesla de no hacer lo suficiente para prevenir los incendios de baterías en sus vehículos, de que el sistema Autopilot puede ser potencialmente peligroso. O, más curioso aún, varias demandas que dicen que los Tesla pueden convertirse en una "trampa mortal" por culpa del diseño de los tiradores de las puertas. Noveno engaño: La fiabilidad. Este verano Tesla ha hecho 3 llamadas a revisión en apenas un mes en los Estados Unidos. La fama de marca que no cuida los detalles y cuya fiabilidad no está contrastada al cien por cien crece y no paran de llegar noticias de usuarios que se quejan de problemas con los modelos del fabricante estadounidense. Décimo engaño: ¿Van bien? Pero llegamos al final, a cuando te subes al coche y lo conduces… y piensas, “pero seguro que va de cine y le perdonas todo”. Es blando de suspensión, frena bien pero no muy bien, es supercómodo y el acabado es bueno… sin más. Y eso sí: Acelera como una bestia. Pero entonces olvídate de llegar a los 400 km. Coche del día. El Seat Mii Electric. Un coche cuya producción se detuvo en 2020 al alcanzar más pedidos de los previstos. En la actualidad te cuesta algo más de 12.000 euros, uno de los más baratos y con una vocación urbana muy clara. Buena calidad a buen precio.