Suzuki Jimny, el mito resucita

El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant

Categorías:

¡El mítico Suzuki Jimny ha vuelto! ¡Y por aclamación popular! Su historia ha estado muy ligada a España, donde lo fabricó Santana entre 1985 y 2009. Las estrictas normas de homologación europeas lo dejaron “fuera de juego”. Pero Suzuki se las ha arreglado para volver a importarlo… Algunos dicen que “con trampa”. Voy a matizar lo que os he dicho al comenzar: El Jimny vuelve, pero lo hace al mercado europeo, en otros nunca se fue. Y lo hace como vehículo comercial, por eso algunos dicen que con trampa. Reconozco que no soy imparcial con el Suzuki Jimny. He probado todas sus versiones desde los años 80 y hasta he tenido uno en mi casa (de tercera generación), que fue el primer coche de mi hijo. Es un TT muy bien hecho, económico, polivalente, tanto en uso fuera de carretera como en ciudad… y con un encanto especial. Sin embargo, la “ecológica” y restrictiva legislación europea lo prohibió en su última generación, privando a miles de aficionados de su “juguete de TT”. ¡Pero Suzuki ha conseguido importarlo de nuevo! Porque la gente de Suzuki España es muy imaginativa y ha encontrado un resquicio en la reglamentación, más permisiva en los vehículos comerciales. Con un par de ajustes, el nuevo Jimny encajaba como un guante en el grupo de los “Furgones N1”. Ahora se importa como vehículo de trabajo y transporte de mercancías. Esto tiene dos inconvenientes: No admite pasajeros atrás y el límite de velocidad es más bajo… pero sigue siendo el mismo de siempre. Cada generación me gusta más que la anterior. Esta cuarta generación del Jimny de 2018 recupera la silueta cuadrangular del primer Samurái y emula a otros famosos todoterrenos, como los Mercedes Klasse G o los Jeep Wrangler, pero en miniatura… algo típico de este modelo. La nueva carrocería de faros redondos y líneas angulosas cuenta con más superficie acristalada y también con grandes aletas de plástico que le dan un aspecto mucho más agresivo. Sigue teniendo chasis independiente de largueros pero ahora más reforzado. También suspensión de doble eje rígido con muelles y tracción total con reductora: todo lo que necesita un verdadero aficionado al “Off Road”. Detrás de los asientos delanteros lleva ahora una rejilla de metal que condena toda la parte trasera como espacio de carga. Antes se criticaba que el Jimny apenas tenía maletero: ¡ahora es enorme! El Jimny nació en Japón en 1971: el LJ10 (Light Jeep 10) “Jimny” era un mini-4x4 que se ajustaba a las pequeñas dimensiones de los “Kei-Cars” japoneses. Apenas tenía 25 CV de potencia en su motor bicilíndrico de dos tiempos y 360 cc, pero sólo pesaba 600 Kg. Como contamos en otro vídeo anterior “Mitos: Suzuki Santana, y el TT se democratizó”, le siguieron otras versiones cada vez más potentes, con 3 cilindros y el doble de cilindrada y, finalmente, con cuatro en el SJ410 de 1981. Suzuki decidió por fin vender su SJ410 “Samurai” por todo el mundo, pero para hacerlo en Europa necesitaba fabricarlo allí. Fue entonces llegó a un acuerdo con la empresa española Santana, de Linares, que había estado produciendo los Land Rover nacionales. Por eso en España se comercializó como “Suzuki Santana”. El motor tenía un litro de cilindrada y apenas 45 CV de potencia, pero iba bien en carretera y como un tiro fuera de ella. Con motores inicialmente de gasolina y más tarde diésel con hasta 64 CV de potencia, el SJ410 se convirtió en un icono de moda para la juventud de su tiempo, además de ser un coche apto para el trabajo rural. El nombre mundial de Jimny, se estrenó en 1998 con la “tercera generación” con una carrocería bien distinta. Yo tuve uno de esos y me encantaba. Respeto al primer Santana era más moderno y más cómodo. Se podía elegir entre el motor de 1.300 cc de 85 CV, o el Renault diésel de 86 CV. Era más confortable, más turismo y hasta tenía aire acondicionado. Pero bajo la redondeada carrocería que modernizaba su aspecto, estaba el chasis de siempre, con leves mejoras. El Jimny resultaba más agradable de conducir por carretera y conservaba intacta su capacidad todoterreno. La empresa Santana lo estuvo fabricando en España hasta 2009, saliendo de sus líneas de montaje nada menos que 215.803 unidades. Y, hasta el momento, ya se han vendido más de tres millones en todo el mundo. La cuarta generación -la actual- apareció en 2018, pero no se podía vender en Europa por su concepción clásica. Ni su nuevo motor de 1,5 litros cumplía las normas anticontaminantes… En España hubo listas de espera, pero la mayoría de los compradores de esas listas de espera acabaron … ¡desesperados! Y sin coche. Conclusión. El Suzuki Jimny es un juguete para andar por el campo. Sus ejes rígidos y la corta distancia entre ellos lo hacen duro para sus ocupantes, a los que sacude como una coctelera.