Simca 1200: El gran olvidado
El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant
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Todos los aficionados recuerdan al Citroën GS, a “nuestros” Seat 124 y 1430 y al refinado Renault 12… pero se olvidan de un coche que les puso en jaque a todos ellos, al Simca 1200, que en Francia fue Simca 100 y que en ambos países se vendió, al final de su carrera, como Talbot. ¡Hoy vamos a hacer justicia! Y en esta historia Fiat y Dante Giacosa tienen mucho que ver… En esta historia hay mucho que contar no solo sobre un coche tan destacado como fue el Simca 1200 sino como nació este coche… esa parte generalmente desconocida de la historia. En realidad, de las historias, porque contaremos la historia del este modelo en Francia y su nacimiento en España. Así que, como de costumbre, comencemos por el principio… A comienzos de los años 60, Fiat era el accionista mayoritario de Simca en Francia. Y ya se veía que los modelos de tracción delantera de diferentes configuraciones, estaban dominando el mercado, como el Citroën 2CV y sus derivados o el Renault 4. Y también se sabía que Peugeot quería introducirse en segmentos bajos con el 204, en fase de experimentación. ¿Y que tenía Simca? Pues por abajo el Simca 1000 ya anticuado con su motor trasero y por encima el Simca 1300, algo menos anticuado, pero con motor delantero y propulsión posterior… y en medio… la nada. El “jefe” de la marca en ese momento, Enrico Teodoro Pigozzi arrancó un proyecto denominado “Voiture Legère Berline Break”, y se referían a un modelo entre medias de los 1000 y 1300, con tracción delantera y 5 puertas. Todo parecía bastante encarrilado hasta que el grupo americano Chrysler compra el 65% de las acciones de Simca y al “signore” Enrico Teodoro Pigozzi le sucede míster Georges Hell mucho más conservador. Para la mentalidad americana un coche con motor transversal y tracción delantera, con el cambio en un lado, el motor en otro, palieres de diferente longitud, barras de torsión en las suspensiones en vez de muelles o incluso ballestas, carrocería semi-break… demasiadas novedades, demasiadas innovaciones. Aunque llegó a montar motores de 1.442 cm3, como el caso del 1200 Ti español, el Simca 1100 comenzó montando motores de 1.118 cm3 una simple evolución del motor tipo “Poissy” que equipaba el Simca 1.000 con 944 cm3. Esta cilindrada, más el hecho de quererlo situar entre el 1000 y el 1300, pero más cercano al 1000, aconsejaron esta denominación. El modelo se presentó en el Salón de París de 1967 y tuvo muy buena acogida. La estética, muy Simca, probablemente nunca fue su punto fuerte, pero es un coche con una estabilidad soberbia, muy confortable, muy amplio para sus apenas 4 metros de longitud y muy práctico gracias a su portón posterior y a sus asientos abatibles que dejaban una plataforma de carga completamente plano. Pero ahora… ¡nos vamos a España! No se podría escribir la historia del automóvil en España, quizás tampoco la historia de España, sin mencionar a Eduardo Barreiros. Barreiros había firmado un acuerdo con Chrysler para fabricar el Dodge Dart en España, pero muy avispado cuando Chrysler se hico con el control de Simca vio una oportunidad de oro y fabrico primero los Simca 1000 y luego los 1200. No se usó, al principio, el modesto motor de 1.118 cm3 y 53 CV usado en Francia. Barreiros, con buen criterio, pensó que para la orografía española era mejor más cilindrada y la gama arrancó con el 1.204 de 59 CV y luego creció hasta el 1.294 cm3 que en el especial rendía 75 CV, una cifra interesante porque era la potencia que ofrecía el Seat 1430 “potenciado” entonces un claro referente. En 1977 aparece el Simca 1200 Ti, con motor de 1442 y 85 CV… una verdadera bomba y lo más parecido a un GTi que había en esos momentos en España. Porque es cierto que Seat tenía versiones más potentes de sus 124, con motor 1.600 que llegaron a los 2000 cm3, pero con su eje rígido trasero era otra cosa: No eran ni tan cómodos ni tan seguros como un Simca 1200. Para lo que era el parque automovilístico en España en esos años, este 1200 Ti era un verdadero deportivo, que aceleraba en los mil metros con salida parada en apenas 34 segundos y superaba con facilidad los 160 km/h. Y eso sin renunciar a un notable confort, una estabilidad magnifica y una practicidad que no tenían sus rivales, pues ninguno en su versión berlina contaba con portón trasero. En 1979 llega el principio del fin, cuando el grupo PSA compra la división europea de Chrysler. Honestamente, PSA es como Atila: Por donde pasa no vuelve a crecer la hierba. Se cargaron, o casi, Citroën y se cargaron, en este caso del todo, Simca. Primero los pusieron el nombre de Talbot y en 1982 el Talbot 1200 fue sustituido por el Horizon. Un coche más moderno pero que seguía aquejado de problemas de calidad frente a su competencia.