Seat León MK1. ¿Macarra? Coches incomprendidos
El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant
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Al Seat León de la primera generación se le aplican muchos adjetivos, no precisamente cariñosos: Macarra, tunero, poligonero, hortera, vulgar… ¡Cuanta ignorancia! El Seat León MKI era y es un coche notable, para mi mejor en muchos aspectos que el VW Golf IV y con una gama excepcional… que incluía un coche de competición. -Un diseño excepcional, obra de nada menos que Giorgetto Giugaro. -Un nivel de calidad al máximo nivel. -Una gama de motores impresionante, con excelentes motores TDi, gasolina turbo, atmosféricos y hasta un V6, con dos, cuatro y hasta 5 válvulas por cilindro. -Versiones de tracción delantera y total. -Y, algo prácticamente inédito en otras marcas, una variante de competición fabricada por la propia Seat Sport. El Seat Toledo, que aparece en 1991, reemplaza al Málaga, un coche de plataforma Fiat y ya para entonces, anticuado. Pero el Ronda, un coche que fue clave en Seat, había desaparecido sin sucesor en 1986. Y ese tipo de coches, con carrocería de diseño “hatchback” como se decía entonces, o sea, con dos volúmenes y portón trasero, estaban muy de moda. Y la idea fue sencilla: Pues partimos de un Seat Toledo y le quitamos el maletero separado… dicho y hecho. La cosa podría haber salido mejor o peor, pero estando de por medio Giorgetto Giugaro, solo podía salir de una forma: Muy bien. ¡A ver si no me olvido de nada! Porque había de todo: En gasolina motores atmosféricos de 1.4 litros y 75 CV, de 1.6 litros de 101 y 105 CV, y 1.8 litros de 125 CV. Gasolina, pero con turbo, para mí la estrella, un 1.8 con turbocompresor y 180 CV, que luego fueron 210 CV y finalmente, 225 CV. Sin olvidar al VR6 de gasolina de 2.8 litros y 204 CV. En cuanto al número de válvulas, el 1.6 litros de 101 CV tenía dos válvulas por cilindro, el 1.8 litros cinco y los restantes cuatro. Y no olvidemos los Diésel, todos de 1.9 litros de cuatro cilindros en línea, con un atmosférico de 68 CV y con turbocompresor de 90, 100, 110, 130 y 150 CV. El León contaba con el mismo chasis de la cuarta generación de los Golf y de la primera generación de Audi A3 y TT… ¡ahí es nada! Y tenía versiones de tracción total, las 1.8 y 1.9 Sport y FR, y sobre todo, el Seat León CUPRA 4. La suspensión delantera era igual en todos, pero no la trasera, que en las versiones de tracción total era multibrazo, mucho más sofisticada que la “rueda tirada” de las versiones de tracción delantera… aunque había una excepción: El Seat León Supercopa El motor era lo que menos se tocaba, porque no hacía mucha falta, pero se llegaba a los 250 CV que, para 1.000 kg de paso, no está nada mal. Y la excepción que os decía: Era de tracción delantera, pero la suspensión posterior era la misma que la de la versión de tracción total. El León Cupra 4 aparece en el 2.000 con motor VR6 de 204 CV y tracción total podría considerarse la joya de la corona y sin duda es el más exclusivo… pero no el mejor. ¿Por qué? Hay razones de peso… literalmente. En 2002 aparece el Cupra R 1.8T de 210 CV y en 2003 la “bomba” con motor de 225 CV, 1.300 kg de peso, buenos frenos y suspensiones deportivas. Es un coche que si lo pruebas hoy, alucinas, pero que si lo pruebas hace 20 años, alucinas más. El motor de 1.781 cm3, con inyección indirecta, 5 válvulas por cilindro, turbo e intercooler no solo ofrecía 225 CV a 5.900 rpm, sino un magnífico par de 280 Nm a solo 2.200 rpm y una curva de potencia muy aprovechable… Como os digo, probé este coche y para mí, para tener un 10, le faltaba un autoblocante delantero, porque eran muchos caballos. Luego cuando probé el de competición me reforcé en esta idea. Incluso ahora, comprar uno de estos coches, hacerle bien los frenos, ponerle buenos amortiguadores y un buen autoblocante, lo convierte en un verdadero matagigantes en unas tandas. No me quiero olvidar de un detalle: Los CUPRA llevaban asientos Recaro…. Todo un lujo. Y no nos podemos olvidar de un León muy apreciado, el 1.9 TDi Sport FR de 150 CV anunciado, que siempre eran algunos más. Era un coche de buenas prestaciones, con el buen acabado y la estética de este León MKI, pero con una clara ventaja: El consumo. Este coche, de buenas prestaciones, homologaba un consumo medio de 5,4 litros y era posible viajar con él rápido con consumos de poco más de 6 l/100 km. Además, a poco que lo tocases un poco, era fácil superar esos 150 CV y acercarse incluso a los 180/190 CV. Conclusión. Ahora que conocéis un poco más este modelo, ¿os parece que los adjetivos macarras, tunero, poligonero, hortera, vulgar, etc. son justos? Evidentemente, no. Para mí es uno de los modelos de Seat más interesantes y, os digo más… pero en la siguiente sección…