SEAT León MK1: ¿El mejor Seat de la historia?

El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant

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Es uno de los coches favoritos de la policía de carretera para echarte el alto. Muchos lo consideran un modelo de “poligoneros” y “tuneros”. En cambio, sí a mí me preguntasen cuál ha sido el mejor Seat de la historia puede que dijese que el León MKI. ¿Exagerado? Dímelo tú: Diseñado por Giugiaro; llevó motores de TDi, 1,8 litros turbo con 20 válvulas y V6; tuvo versión de tracción total; alcanzó notables éxitos en competición; y puede que en parte sea culpable de la desaparición de Seat… me temo que voy a ser polémico. El Seat León ha pasado por el “purgatorio” de ser un coche mal considerado, poco menos que un coche para macarras, casi para delincuentes… que mala es la incultura. Pero el tiempo pone a todos en su sitio y resulta que ahora el León MK1, sobre todo algunas de sus versiones, está ahora entre los coches usados más cotizados. Con toda justicia. En el Salón de París de 1998 se presenta el Seat Toledo de la Segunda Generación, como el primero diseñado por Giugiaro, una berlina tradicional de 3 volúmenes aprovechando la plataforma llamada “A4” que utilizaban muchos coches del grupo VAG, entre ellos el Golf. Así que en Seat decidieron hacer una versión de solo dos volúmenes de su Toledo… y en 1999 nace el León. Y Giugiaro, como siempre, hizo un trabajo magistral y el perfil y la trasera del León le daban una estética muy atractiva. Absolutamente de frente, podría confundirse con un Toledo, pero desde cualquier otro punto de vista, era otro coche. En estos tiempos, finales de los años 90, Seat todavía gozaba de una relativa autonomía. Sus ingenieros conocían los gustos del público español y además querían dar a la marca un aire más dinámico, deportivo y joven que VW. La referencia del León era, como no el VW Golf GTi. Y es que Seat tenía un arma secreta: Seat Sport, mucho más que un departamento de competición de la marca. Los ingenieros de Seat Sport aportaban sus conocimientos a la puesta a punto de los chasis. Pero más allá de su intervención directa en las versiones especiales, de competición y en las CUPRA y FR, eran parte del ADN de la marca. Y es ahora cuando llega la polémica. Cuando en 2022 Herbert Diess, a la sazón, “mandamás” de Seat declaró: “Seat utiliza la misma tecnología que Volkswagen, pero vende más barato, de modo que es difícil hacerla rentable” yo pensé en el Seat León MK1. ¿Por qué? Porque muchos periodistas y muchos usuarios dijeron, dijimos, que el Seat León MK1 era más bonito que el Golf, más económico y con un bastidor mejor puesto a punto. Y lo mantengo. Los primeros, los 1.9 TDi que en sus versiones FR llegaron a ofrecer 150 CV. Un verdadero tiro que aceleraba de 0 a 100 km/h en menos de 9 segundos y ofrecía una punta de 215 km/h. Ahora una de las versiones más cotizadas, por escasas, es la VR6 24 válvulas con tracción total que ofrecía 204 CV. Fue el primer Seat de calle con motor de 6 cilindros y tracción total. Además de un equipamiento y unos acabados excelentes. Se fabricó entre 2000 y 2004. Y he dejado para el final la versión para mi más representativa del León en su aspecto deportivo, el 1.8 T Cupra R, un motor de 1.8 litros, con 5 válvulas por cilindro, turbo intercooler y que comenzó con 180 CV y llegó a dar 215 CV acelerando de 0 a 100 km/h en menos de 7 segundos con una velocidad punta de casi 250 km/h… un verdadero tiro. ¿He dicho 3? Pues no, van a ser 4 versiones, porque la mejor merece capítulo aparte. Los que me seguís ya sabéis que tuve la fortuna de participar en competición tres años con uno de estos coches, muy especiales por muchos motivos… vamos a verlo: 1. Estaban fabricados como coches de carreras por Seat Sport. No eran coche “de calle” preparados, sino coches montados en la propia fabrica pensando para la competición. 2. Un chasis super-rígido y ligero. Las soldaduras eran especiales, con más puntos de soldadura, se ahorraban material insonorizantes y pacas de pintura y las excelentes barras servían de refuerzo al bastidor haciendo al coche muy rígido. 3. El bastidor era excepcional. Dirección ultra-rápida, frenos extra-grandes y las suspensiones muy afinadas, pero la posterior era la misma de paralelogramo deformable de la versión 4x4 aunque el Supercopa era solo tracción delantera. 4. El motor era prácticamente de serie, pero un escape que emitía un precioso sonido y un filtro con menos retención permitían alcanzar los 251 CV a 6.300 rpm con un par de 320 Nm a solo 3.500 rpm. El cambio era de 6 marchas, manual, pero de manejo supe rápido. 5. Además de unas vías más anchas, sobre todo delante, el autoblocante hacía que el León tuviese una motricidad extraordinaria incluso en mojado. 6. Buenos detalles, como el bacquet Recaro, aro de volante de 36 cm, extintor integrado OMP y gato neumático integrado por aire comprimido… todo un lujo.