Renault 5 GT Turbo vs Clio Hybrid: COMPARATIVA Imposible
El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant
Categorías:
A veces, “el corazón tiene razones que la razón no entiende”. Pero, a veces, resulta que el corazón tiene muy buenos argumentos. Estrenamos formato: “La comparativa IMPOSIBLE” . ¡Y te queremos sorprender! Vamos a comparar dos coches incomparables: El veterano Renault 5 GT Turbo y el moderno Clio E-Tech Híbrido. Confieso que he elegido este R5 GT Turbo de 1985 con el corazón… era parte del juego. Sin salirme de Renault hubiese sido algo más “lógico”, con comillas, un R11 Turbo o, por qué no, un Clio 16V. Por sus prestaciones, sí, pero también por sus sensaciones. Eso sí, ya puestos, el FASE II. Un coche que he probado a fondo, muchas veces, de poco más de 900 kg, 120 CV, 3,6 metros de largo, suficiente para 4 personas si no todos son grandes y con un maletero de unos 250 litros de capacidad. Su rival, el Renault Clio E-Tech, es de los mejores híbridos no enchufables del momento en esta categoría. Sí, ya sé que los híbridos de Toyota tienen fama, pero me gusta más el Clio que el Yaris. Y es que la tecnología de Renault, con muchas patentes “importadas” de la F1, se notan. Y me reconforta que la F1 siga sirviendo para probar cosas que luego se usan en los coches de calle. Vamos a plantearnos, muy en serio, la alternativa del GT Turbo a la compra de un Clio híbrido y lo hemos planteado en cuatro aspectos: Economía, seguridad, uso y disfrute. En el caso de la economía hay cuatro factores a tener en cuenta: Precio de adquisición, coste del uso incluido el consumo, mantenimiento y precio de reventa. Vamos a verlo por partes. El precio del R5 GT Turbo está por las nubes, es uno de los clásicos deportivos populares más cotizados. Uno que valga la pena no lo encuentras en España por menos de 13.000-15.000 €. Y a eso hay que añadir el precio de darle un repaso de verdad. Importante: Arreglar el motor puede ser caro... Pero arreglar un bastidor que no está bien reparado u oxidado es entre carísimo e imposible. Así que mejor gastar más en una buena unidad. Y contar con que hay que repasar el motor, cambiar amortiguadores, quizás silent-blocs, todos los líquidos, neumáticos y posiblemente algún repaso de pintura o tapicería. Si a esto le sumas hacerlo histórico, estamos hablando de un precio, para un coche en estado optimo, muy cercano a los 18.000-20.000 €. Vamos con el Clio E-Tech, que en este caso lo tenemos muy fácil. La versión más básica, mejor equipada que el GT Turbo con cosas, para mí, tan imprescindibles como el A/A y en un coche moderno, la dirección asistida, se nos va a 22.000 € de tarifa. Hablemos de consumo: El homologado para el Clio es de 4,2 litros cada 100 km. Que es exageradamente bajo, la realidad es más bien entre 5 y 6 l/100 km. El GT Turbo homologaba, eran otro tipo de mediciones, 7,3 l/100 km, lo cual también era exageradamente bajo. Por último, hablemos del mantenimiento. No me voy a extender, pero si nuestro GT Turbo está perfecto y como el Clio es un coche nuevo, no debemos afrontar grandes gastos. Hablemos de seguridad pasiva, la que limita las lesiones en caso de accidente. Lo tengo claro, si voy a tener un accidente, prefiero tenerlo con el moderno Clio, con zonas deformables más resistentes, airbags y más ventajas. Pero en seguridad activa, la que impide que no tenga el accidente, la diferencia no es tanta. El GT Turbo tiene un pecado venial y otro mortal: El venial, sus luces, el mortal, la falta de ABS. Pero si has hecho un eslalon con uno y otro coche verás que el GT Turbo, por comportamiento, agilidad y frenada, ofrece una seguridad activa de muy buen nivel… Con el GT Turbo puedes abordar un viaje por carretera con todas garantías y a buen ritmo, gracias a su excelente relación peso potencia de unos 8 kilos por CV. En el Clio esa relación es de 9,3 kg por CV… hasta que se vacía o casi se vacía la batería y te quedas con un motor térmico de 91 CV y una relación peso potencia de 14,4 kg por cada CV… Y es que el Clio tiene 3 motores: un térmico de 91 CV que funciona siempre, si tienes gasolina, un eléctrico de 49 CV, que funciona si la batería tiene al menos entre 1/3 y 1/4 de su capacidad y otro eléctrico de 20 CV que ayuda en las arrancadas, pues este coche no tiene embrague. Y vamos con el disfrute, ¿es necesario que lo argumente? Creo que no, un GT Turbo es muuucho, muuuuuucho, pero muuuuucho más divertido que un Clio. Si valoramos todo por igual, el Clio gana esta comparativa por un margen claro, pero no abultado. Pero hay un ganador distinto para cada uno de nosotros en función de lo que valores más. Si buscas un segundo coche para disfrutar y-o para invertir, el GT Turbo es tu coche. Pero si buscas un coche para llevar a tus hijos cada día al colegio, viajar en vacaciones o bien un primer coche para un conductor novato, sin duda mi consejo es el Clio.