Renault 5 GT Turbo: Historia, prueba, compra y preparación
El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant
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¡Estrenamos un nuevo formato!: ¡Los monográficos! Y arrancamos con un coche que un verdadero mito: El Renault 5 GT Turbo. Vamos hablar de su historia, de cómo va, de lo que puede costar, de lo que hay que revisar antes de comprarlo y de las mejoras que son recomendables… y de las que no… La primera presentación de un coche a la que acudí como periodista fue a la del Renault que entonces llamaban Supercinco GT Turbo. Este es un vídeo que podría hacer sin guion. Porque este coche me encanta y me lo sé todo o casi todo. 90 grados y un genio. El genuino Renault 5 o R5 era un éxito, pero a comienzos ya acusaba el paso de los años, puesto que había nacido en 1972 sobre la plataforma del R4 con motor delantero longitudinal. Fue un parto difícil. El #R5 tradicional todavía tenía éxito y aunque comenzaron a trabajar en su sucesor en 1978 no encontraban el camino. Hasta que apareció en escena un genio, Marcello Gandini, quien no solo diseño un coche muy bonito, amplio, aerodinámico e inequívocamente R5, sino que tuvo claro que el motor debía girarse 90 grados. Copa o Alpine. Renault cuidaba mucho la competición, y lo sigue haciendo, y que hubiese versiones deportivas de la mayoría de sus coches, lo que no sigue haciendo… La versión deportiva del R5, denominada Alpine en Francia, tenía mucho éxito y funcionaba muy bien como “motor de imagen” de la gama, gracias a la famosa copa. En España el R5 en su versión de calle se vendió con la denominación Copa. Cuando se plantearon la versión deportiva del Supercinco Renault tenía claras dos cosas: Que iba a haber una versión deportiva, pero con mayores ambiciones comerciales y que tendría Turbo. Una verdadera bomba. El R5 Turbo, relativamente estrecho, tenía graves problemas de motricidad. El Supercinco estaba a otro nivel. Supuestamente tenía solo 5 CV más, 115 frente a los 110 del anterior… pero era mentira, la diferencia siempre fue mayor. El coche se ganó una mala fama completamente injusta, su único pecado era poner un nivel de prestaciones estratosférico a un precio muy razonable. Son 115 CV para 860 kg. Pero no era perfecto. Algo en el tren delantero no funcionaba bien… Llega el FASE 2. Aparte de otros detalles menores el FASE 2 de 1988 incluía unas llantas mucho más bonitas (las del anterior parecían tapacubos), 5 CV extra y sobre todo reformas profundas en el eje delantero que hacían, ahora sí, que el coche fuese realmente bien. ¡Pobres coches maltratados! El R5 GT Turbo como todos los deportivos pequeños y asequibles, han tenido una vida muy dura. Pero éste, el que más. Muchos han “perdido la vida” literalmente, en las carreras. Otros han sufrido a manos de dueños que practicaban, según ellos, una conducción muy deportivo y lo que hacían era maltratar el coche. Y para colmo llega el tuning y las preparaciones tanderas, muchas de ellas chapuceras, que han dejado el parque de R5 GT Turbo de calle y en buen estado reducido a verdaderas “rara avis”. ¡Ya tengo uno! ¿Qué hago? Mi consejo es que no prepares el coche, sino que “optimices” el coche. ¿Qué quiero decir con esto? Lo primero es hacer una revisión completa de motor y cambio, sustituyendo todo lo que no este perfecto… por suerte los recambios de serie no son caros. En los frenos, cambia líquido y todas las pastillas y, a la menor duda, discos y latiguillos. Las suspensiones, merecen capitulo aparte. Salvo que pienses rodar en circuito, ¡no las bajes! No tienen tanto recorrido y te arriesgas a hacer topes delante. Preparaciones “gordas”. Llegar con este coche a los 160 CV es relativamente fácil y puede costarte, en un buen preparador, unos 3.000 €. Pero ten en cuenta una cosa: Lejos de revalorizar el coche, lo vas a devaluar, porque GT Turbo preparados, con mejor o peor fortuna, hay muchos, pero de serie, muy pocos. Si quieres meterte en circuito de vez en cuando, con el coche de serie con buenos amortiguadores y frenos, tienes de sobra para divertirte… no es una excusa para meterle dinero. En este caso una buena idea es tener otro juego de llantas de chapa con neumáticos slick… eso convierte el coche en un matagigantes. Y en todo caso, si no puedes resistir la tentación, con subir un poquito, solo un poquito, la presión del turbo, llegar a los 130/135 CV es fácil.