Porsche 911: ¿Obsoleto en 1988?
El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant
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En el mes de enero de 1988 un joven periodista se atrevía a probar el 911 justo coincidiendo con su 25º Aniversario. Y decía, entre otras cosas, que era un modelo “con muchos años encima” y que no resistía una comparación “objetiva y desapasionada” con deportivos más modernos, entre ellos sus propios hermanos el 944/968 y el 928. ¿Quién fue el osado? Y, sobre todo, ¿tenía algo de razón? #coches #cochesclasicos #porsche911 #porsche ¡Este es un vídeo muy especial! Porque voy a poner a prueba, con vosotros como “jueces”, mis dotes como probador y periodista del motor. Voy a leer, en ocasiones, literalmente, los párrafos más jugosos de esa prueba y vosotros tendréis que decir si tenía, y tengo razón, o justo lo contrario. Conviértete en miembro de este canal para disfrutar de ventajas: https://www.youtube.com/channel/UCBG3pvXhocK7_GjeIx2sUeg/join Del amor al odio. Como lector, como simple aficionado, mi deportivo favorito era, sin duda, el Porsche 911 en general y el Turbo en particular. Pero luego tuve la fortuna de convertirme en probador. Y probar mi primer 911, que no fue en esta prueba de la que ahora os hablo, sino años antes. ¿Y que me encontré? La llave en el sitio equivocado… Me encontré con una posición que no esperaba por culpa de unos pedales primitivos articulados abajo, un embrague durísimo, un cambio de recorridos largos y también duro… eso no me lo esperaba. Y luego, el comportamiento: Para volverte loco. La primera, su calidad… ¡Qué bien hecho estaba el 911 en 1988! Comparados con otros deportivos, la diferencia era abismal. Un 911 lo podías usar a diario, como coche único, hacer viajes, montones de kilómetros y no te iba a dar problemas… eso en 1988 no se podía decir de otros deportivos… salvo que fuesen otros Porsche. La segunda: Podía llegar a ser tremendamente eficaz. Al final lo que había leído de otros probadores era cierto, un 911 necesita un conductor o un piloto con mucho nivel, pero si lo tiene, es una máquina terriblemente eficaz en carreteras de curva… Yo os diría que incluso hoy comparado con los grandes y pesados deportivos de ahora. Y en esta tesitura, cuando era el jefe de pruebas de la revista que en ese momento era la más importante del sector, llega el 25 aniversario del Porsche 911. ¿Y quién iba a tener la fortuna de hacer la prueba del 911 Carrera Aniversario?… ¡pues quién iba a ser! ¡El jefe! O sea, yo. Decía: “Es difícil hablar de esta versión del Carrera sin recurrir a determinados adjetivos como genuino, auténtico, tradicional… para muchos los únicos Porsche “de verdad” son los que llevan el motor atrás”. Ahora que Porsche ya hace de todo tipo de vehículos, creo que esto es más verdad que nunca, con la excepción del 718, sea Boxster o Cayman. “Conducir un 911 es un reto. Es un coche complicado que exige preparación y concentración… pero con la diferencia sobre otros que si domamos a nuestro Carrera, conseguiremos una eficacia difícilmente igualable”. La verdad es que esto tampoco ha cambiado tanto… y si lo ha hecho es por ese “As en la manga” del que os hablaré al final. Hace 35 años, hablando de un jovencísimo 911 de solo 25 años, ya nos referíamos a su “inhabitual longevidad” y se daban cinco argumentos: “Su calidad y fiabilidad… su alto precio de reventa… su capacidad de representación… su carácter de coche “clásico”… y su eficacia como deportivo”. Creo que esto tampoco ha cambiado sino que se ha acentuado, porque el año que viene al 911 le van a caer 60 añitos… ¿Qué no ha cambiado? Leo textualmente: “Este bóxer de 6 cilindros responde con energía a las solicitaciones al acelerador, ya gire a 1.500 o a 6.500 rpm. La nota romántica la da su inconfundible sonido, muy bonito, aunque algo subido de tono”. ¿Qué ha cambiado? De nuevo leo el texto: “En este motor no hay turbos ni cuatro válvulas por cilindro ni calado variable, solo 3,2 litros, 3.164 cm3 y 231 CV… no hay nada como la potencia a base de cilindrada”. Y por fin llegamos a este famoso “As” que como todos habéis adivinado es la electrónica. A ningún coche que yo sepa le ha sentado la llegada de la electrónica tan bien como al 911. La última vez que probé a fondo un 911, incluso en circuito, fue hace unos 4 años… desde entonces no me han dejado un 911… tampoco lo he pedido. Era la serie 911 muy parecida a la actual y se trataba del Carrera S por supuesto cargado de electrónica. Hay varias conclusiones. La primera, si no fuese por la electrónica hace tiempo que el Porsche 911 llevaría el motor central. Esto es un hecho indiscutible. La segunda, este modelo está claro que tiene el secreto de la eterna juventud, sigue siendo uno de los deportivos más deseados. La tercera, no la voy a decir yo, sino vosotros: ¿Creéis que acerté en mis conclusiones en ese lejano 1988 con solo 28 añitos? ¿O estuve acertado?