¿Por qué fracasó la suspensión hidroneumática?
El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant
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Lo hemos contado muchas veces, incluso hicimos un vídeo al respecto: La suspensión hidroneumática era magnífica. Y la pregunta es obvia: si era tan buena, ¿por qué ya no se usa? ¿Se puede decir que fracasó? Ya prometí este vídeo en el que hicimos titulado “Suspensión hidroneumática, ¡te echamos de menos!” en el que hablamos, largo y tendido, de la suspensión hidroneumática de Citroën… porque hubo otras. Y es que mi idea era contarlo en ese mismo vídeo… pero era demasiado largo. Ventajas únicas. Cuando apareció la suspensión neumática la diferencia con la competencia era abismal. ¡Todavía había rivales que usaban ejes rígido y ballestas! Pero vamos a centrarnos en las ventajas más importantes: -Altura constante. -Confort sin igual. -Estabilidad sin igual. Los inconvenientes. Pero no todo era ventajas, también tenían sus inconvenientes básicamente dos: -Complejidad mecánica. -Precio elevado. Cada vez más cerca. La suspensión hidroneumática no dejo de mejorar. Pero las suspensiones clásicas lo hicieron todavía más. Es cierto que había más margen, porque como os decía la hidroneumática competía al principio con coches de ejes rígidos, ballestas o como mucho muelles helicoidales o barras de torsión. Geometría de suspensión. ¿Sabéis lo que es? Es el movimiento que describen las ruedas al subir o al bajar. La llegada de las suspensiones McPherson, sobre todo al eje delantero o las multilink o multibrazo o como las queráis llamar al eje trasero, no arregló el problema de la altura constante, pero sí los inconvenientes que causaba. Muelles progresivos. Los muelles progresivos o los sistemas de flexibilidad progresiva sí que solucionan o atenúan en gran parte el problema de la variación de altura con la carga. Son muelles o sistemas que hacen que, a medida que la suspensión se comprime, se haga más dura. Los coches pesan más. Y muchos os preguntaréis. ¿Y qué? ¿Es una ventaja para las suspensiones convencionales? Pues sí. Os pongo un ejemplo: Volvamos al GS. Era un coche que pesaba 880 kg y cuya carga máxima era algo superior a los 400 kg, es decir, un 50 por ciento de peso extra. Por no saliros de Citroën un actual C3 Aircross, algo más o menos equivalente a un GS, pero 1400 kg y la carga máxima que permite es… de unos 400 kg. Es decir, un 28 por ciento. Amortiguadores. No es lo mismo firme que duro. Antes para que un coche tuviese un buen comportamiento necesitabas un amortiguador duro como una piedra… y ahora no, puede ser firme, pero no seco. La duración. Antes los amortiguadores se “morían” rápidamente. Si una suspensión hidroneumática era mejor que una convencional a coche nuevo, cuando el coche tenía kilómetros y los amortiguadores estaban en mal estado, la diferencia era abismal… La electrónica. Si podemos gestionar electrónicamente en tiempo real o simplemente adaptando la dureza al uso que le vamos a dar, las distancias entre una suspensión hidroneumática y una convencional se acorta mucho. “Historia-ficción”. Hasta ahora hemos hecho vídeos de “historia-ficción” pero no secciones de ficción en videos que no lo son. Nos estrenamos. Os voy a plantear un universo alternativo en el que Citroën no hubiese sido comprada por Peugeot y hubiese seguido apostando por ser una marca muy diferente y técnicamente muy avanzada. Y que apuesta por los modelos Premium. Porque una característica de Citroën duramente muchos años es que tenía una gama extraña de coches muy modestos o de coches prácticamente premium, y con una gama media escasa. Esto se arregló con el GS y sobre todo con el BX y posteriores. Pero en esta historia ficción Citroën decide que su marca se va a dedicar a los modelos “generalistas” y va a crear otra, DS, para modelos Premium. Y muchos me diréis: “¿esto es Historia-Ficción? Esto es lo que ha pasado.” Sí, pero no. Porque ¿te imaginas una gama DS con diseños tan atractivos como los de ahora, buenos motores y, como elemento diferenciador, suspensión hidroneumática? Yo sí me lo imagino y me ilusiona solo pensarlo. Y eso que, ¡ojo! que me gustan también los Citroën modernos y los DS. Pero una gama DS cien por cien original y con suspensión hidroneumática serie algo muy especial… Conclusión. Volvemos a la cruda realidad. Citroën está dentro de PSA que a su vez está dentro de Stellantis… son los tiempos que corren, una marca sola lo tiene difícil, que le vamos a hacer. Pero soñar es gratis. Y para los amantes de los coches con hidroneumática, siempre nos quedaran los clásicos. Coche del día. El Citroën XM V6 XM…¡me encanta este coche! Además, no llevaba suspensión hidroneumática, bueno, sí, pero evolucionada que Citroën la llamaba “Hidractiva” y era la leche. ¡Cómo iba este coche! Y con el motor V6 de casi 200 CV, una verdadera pasada.