Paradas en boxes: ¡Peligro!

El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant

Categorías:

Siempre se dice que las carreras se ganan en la pista y se pierden en los boxes… Las paradas en boxes son arriesgadas y peligrosas y puede pasar de todo: Son frecuentes los incendios, los atropellos, las ruedas o piezas que salen volando, las colisiones… ¡más el tiempo que se pierde! ¿Qué no es para tanto? Aquí te traemos unos ejemplos… ¡No podíamos dejar de visitar los boxes en un vídeo de Garaje Hermético! Y es que es uno de los sitios más peligrosos que hay en un circuito para la integridad física, y os lo puedo decir de primera mano y donde se decide la suerte de numerosas carreras. En mis primeros años como aficionado -en los años 70- la línea de boxes era un hervidero de gente en cualquier carrera. Todo el que “era alguien” en el mundillo se concentraba allí, además de vendedores de helados, guardias civiles y espontáneos en general que habían conseguido un “pase”. Durante una carrera de la Copa Renault en el circuito del Jarama, dos coches colisionaron en la recta y un R5 Copa entró en boxes haciendo trompos, llevándose todo lo que tenía por delante. Aquel día murieron dos personas. Unos años después, durante unas “3 Horas Renault” presencié en directo cómo se repostaba con cubos de gasolina y embudos: había más combustible en el suelo que dentro de los coches... Aunque la Fórmula 1 se lleva la palma en el ranking accidentes es sólo porque es la categoría automovilística con mayor cobertura. Porque el mayor accidente en boxes de la historia corresponde a las 24 Horas de Le Mans. En 1955 se registraron más de 80 muertos y cientos de heridos cuando el Jaguar D de Hawthorn entró directamente en su box, frenando en medio de la recta. Detrás se produjo la colisión y la famosa tragedia de Pierre Levegh. Los incendios fueron muy habituales, por ejemplo. Hasta los años 80 siempre se repostó con manguera o con embudo y latas de gasolina. En EE.UU. siempre han ido un paso por delante en esto de la seguridad en boxes. Para empezar, no tienen boxes, sino un muro tras el que está todo el mundo hasta que el coche para delante. En la NASCAR se reposta con un depósito especial. En la Indy, hace muchas décadas que se emplea el metanol como combustible. Tiene de bueno que se puede apagar con un simple cubo de agua y el inconveniente de que la llama es transparente y no se ve. Con todo el peligro que ello supone –repostar durante la carrera- la Fórmula 1 adoptó el proceso para dar espectáculo durante los años 90. En cada parada, una veintena de mecánicos se abalanzaban sobre el monoplaza para llenar el depósito y cambiar las cuatro ruedas en menos de cinco segundos. El incidente más famoso lo protagonizó Jos Verstappen (el padre del campeón del mundo actual) en el G.P. de Alemania de 1994. La boquilla salió del depósito antes de tiempo y roció a coche, piloto y mecánicos. Cuando la gasolina tocó los escapes, todo se convirtió en una bola de fuego. Menos mal que fue poca cantidad y se sofocó rápidamente. Otro riesgo era arrancar antes de que se desconectara la manguera… En 2008, Felipe Massa se la llevó unida al Ferrari en el G.P. de Singapore, aunque peor fue lo de Kimi Räikkönen al año siguiente –cuando pilotaba para McLaren- que no sólo se la llevó, sino que roció todo su contenido al coche que le seguía por la calle de boxes, el Ferrari de Kovalainen, que de repente se vio envuelto en llamas. En 2010 la Fórmula 1 prohibió los repostajes en carrera, pero no los cambios de neumáticos han seguido vigentes desde entonces y, a veces, las tuercas no quieren fijarse… En ocasiones las ruedas salen disparadas como misiles y barren todo lo que hay en su camino. Pero lo que más miedo da en boxes son los atropellos. Un pie fuera de sitio, medio metro más allá de la raya… y sales volando. Los pilotos entran y salen de boxes fuera de sí. Sólo son conscientes de que están perdiendo tiempo. Si los incendios, los encontronazos, los atropellos y las piezas sueltas no fueran suficientes peligros en boxes, ahora llega ¡la electricidad! Sí, los nuevos coches híbridos dotados de batería de alto voltaje añaden un peligro más a las paradas en boxes. La nueva moda de la “hibridación” es un pretexto ecologista más que una ayuda real al automovilismo. De hecho, no aporta más que problemas. Cualquier cortocircuito puede ser mortal o causar graves lesiones. Nos siguen gustando las paradas en boxes. Son parte del ADN de las carreras. Siempre hay que mejorar los protocolos y las medidas de seguridad, pero es un elemento de azar que se añade a las vueltas rápidas en la pista. Además es el principal ingrediente de la estrategia de un equipo, donde se diferencian los buenos de los malos. Coche del día. He elegido el Garbí con el que corrí las 3 horas del Jarama… en una de las paradas en boxes no se sujetó el capó… ¡y lo perdimos!