Los coches ELÉCTRICOS: Un PELIGRO para los demás... y para ti
El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant
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Te voy a contar una norma física que seguro que ya conoces: En un choque entre dos coches, el que más pesa juega con ventaja. Su deceleración será menor y los ocupantes sufrirán menos lesiones… así que ir en un grande y pesado coche eléctrico es una ventaja si te chocas con otro… pero una desventaja si te chocas contra un árbol o un muro. Os anticipo otra cosa: Los argumentos que os voy a dar son de mi cosecha… pero coinciden con la preocupación de la NTSB, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de los USA, dedicada a la investigación de accidentes. Pero comencemos con un poco de historia. A mediados de los 90 la revista alemana “Auto Motor und Sport” hizo un crash test entre un Mercedes Clase S y un Opel Corsa que levantó un escándalo en Alemania y gran parte de Europa. ¿Por qué un escándalo? Porque muchos medios alemanes, sobre todo no especializados, llegaron a una conclusión: La seguridad era cosa de ricos. Un día comenté que un eléctrico grande, no digo marca para no polemizar, tenía entre 600 y 700 kg de sobrepeso y algunos me dijeron que me equivocaba, que las baterías de esa marca americana innombrable y con muchos fieles seguidores “solo” pesaban, e insisto en las comillas en ese “solo”, unos 500 kg. Ya. Lo sé. Pero, es que no sé si sabéis que el bastidor, suspensiones y frenos de un coche de una tonelada y media es más ligero que uno de 500 kg más… El sobrepeso de los eléctricos no solo proviene de la batería, sino de un chasis y bastidor pensado para ese sobrepeso… ¿Por qué un coche pesado es peligroso para los coches más ligeros? Muy sencillo: Los ocupantes del coche más pesado sufren una deceleración menor que los del coche ligero, porque el pesado “arrastra” al ligero… la energía cinética, la inercia para entendernos, del pesado es mucho mayor y se lleva por delante al ligero. Además hay un dato indiscutible: El porcentaje de un SUV entre los grandes coches eléctricos frente al porcentaje de un SUV entre coches convencionales es mucho mayor… De hecho, hay marcas de eléctricos puros que solo ofrecen SUV. ¿El motivo? SUV y eléctricos están hechos el uno para el otro. Y es que lo mejor y más fácil es poner las baterías, grandes y pesadas, abajo y eso hace subir la altura del coche. Los SUV son especialmente indicados para convertirlos o nacer como eléctricos. En caso de impacto entre un coche alto y uno bajito, de nuevo el bajito lleva las de perder. Así que si te vas a chocar contra otro coche mejor que lleves el coche grande y pesado… pero si te vas a estrellar contra un árbol o el pretil de un puente… ¡mejor uno ligero! ¿No me creéis? Pues Jennifer Homendy, la actual presidenta de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de los USA hizo unas declaraciones que os voy a resumir, porque para mí son oro puro: 1. El aumento de peso de los coches es incesante. 2. Este sobrepeso afecta a todos los modelos… pero sobre todos a los eléctricos. 3. Hay una relación directa entre este sobrepeso y el riesgo accidentes con lesiones. 4. Citaba varios ejemplos, pero os traigo el más llamativo: Un GMC Hummer EV pesa 4.080 kg, en lugar de 2.700 kg que pesaría su equivalente con motor térmico. 5. Los coches eléctricos con caros, grandes, pesados… ¡y aceleran mucho! Los extremistas de la electrificación del automóvil siempre han puesto de ejemplo a Noruega. Pues que lo sigan haciendo, porque allí recargar un eléctrico puede ser más caro que llenar un depósito de combustible fósil, ya no se apoya fiscalmente a los eléctricos como antes y se estudia un impuesto en función del peso… Mientras tanto creo que está claro que los coches eléctricos pueden ser un peligro para los demás, pero también para sus propietarios. Y cuesta creer que la práctica ausencia de crash test entre coche eléctricos y convencionales, sea casual… Coche del día. ¡No podía ser otro! El coche del día de hoy es el Lotus Seven… ¡no el Super Seven!, sino el Seven original, diseñado por Colin Chapman. El primero, el de 1957, tenía un motor 4 cilindros de solo 1.172 cm3 y 39 CV… ¿pocos? Quizás, pero cuando el coche pesa solo 445 kg, la relación peso potencia es de 11 kg por caballo… ya no suena tan mal. Es la misma que tiene un coche de 2,5 toneladas con un motor de 220 CV… Ambos coches acelerarían lo mismo, pero al llegar las frenadas y las curvas… ¡ya lo decía Chapman! La ligereza es lo más importante. ¡Que no se nos olvide! Porque algunos fabricantes, incluso alemanes y de coches deportivos, parece que sí se les ha olvidado.