Historia del Renault 16; un coche ignorado e influyente

El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant

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Hago podcast pensando en que alcancen muchas escuchas. Y otros, sencillamente, porque me apetecen. Como éste. Me encanta este coche para mí, cuando era adolescente, una especie de “Súper R6”. Y leí en una Web: “Renault 16, feo pero inteligente” … ¿¡Feo este coche?! ¡Había que hacer justicia!, porque se trata de un coche casi desconocido en España, más bien ignorado, pero que fue enormemente influyente. ¡Y este vídeo incluye Consultorio Clásico! Ahora los coches llamados de “2 volúmenes”, para entendernos, con 5 puertas, porque la quinta es un portón posterior, son mayoría incluso en segmentos de precio elevado. Esto es así y no los sorprender a nadie. Pero, ¿y si os digo que esto es así gracias al R16? ¡Vámonos a los años 60! En los años 60 una berlina que se preciase era un típico coche con tres volúmenes, como Dios manda, una para el motor, otro para los pasajeros y otro para el equipaje. Este era así en el caso de las berlinas más modestas, pero a medida que subíamos de categoría y precio, lo era con más motivo. El Renault Fregate de 1951, con su línea tipo “pontón” llena de curvas, era un coche envejecido al que el DS dio la puntilla, lo hirió de muerte y causó un descenso de ventas importante. Renault quería un coche que pudiese competir con garantías contra el temido Citroën DS y puso a trabajar a su equipo de diseño, a partir de una hoja en blanco y con el diseñador Phillippe Charbonneaux al frente. Había objetivos muy claros: El primero, que el futuro modelo, como el DS, debería ser de tracción delantera y no de propulsión posterior como el Fregate. El segundo, que fuese muy práctico. Y, tercero, tenía que ofrecer una línea moderna, pero no tan rupturista e innovadora como lo fue el DS… y es que la imagen de Citroën y Renault eran muy diferentes. Se puso al frente al diseñador Gastón Juchet y su primera propuesta fue horrorosa. Se llamo “Proyecto 114” … Tras el fiasco del 114, se comenzó a trabajar en el proyecto 115. Dreyfus, pidió hacer las cosas de manera diferente para alejarse de sus rivales. Porque él decía: “Los coches no serán cuatro asientos y un maletero. El espacio debe ser visto como un único volumen”. Sin duda acertó. Una de las claves más importantes de este diseño era que se buscaba un coche de cierto nivel, pero además familiar y con cierta modularidad. ¿No os suena? Porque estos eran también los requisitos de la Espace nacida en 1985… y que creo que merece un video. El R16 quizás no sea el coche más bonito del mundo, pero feo, lo que se dice feo, para mí ni lo era ni lo es. Sí era distinto por tres rasgos muy particulares. El primero, su gran portón posterior, sin duda su mayor rasgo de practicidad y de originalidad. La luna trasera iba muy tendida y daba acceso a un maletero amplio y que, con solo plegar los asientos, multiplicaba su capacidad, algo muy novedoso en ese momento y en esa categoría… Otro rasgo estético original era el canal central que recorría el capó, algo que mucho de forma muchos menos marcada heredó el R6. Y es que, en realidad, el R6 era un R16 en pequeño y no al revés, como yo lo percibía de pequeño. Y el tercer rasgo eran las nervaduras tan marcadas en los límites del techo. Aparte de un recurso estético, estas nervaduras tenían como misión también hacer al coche más rígido. Y es que con un portón tan grande los ingenieros temían que esto afectase a la rigidez del bastidor. Por fin en 1965 y en el Salón de París, como aquel que dice, “en casa” se presenta el R16 inicialmente con motor cuatro cilindros en línea, de aluminio, con 1.470 cm3 y 55 CV. Siempre digo que hay coches que seducen y otros que convencen… y este modelo consiguió ambas cosas. Sedujo a la prensa, que valoró muy positivamente la valentía de la marca, la innovación y sus buena estabilidad y confort. Al público no le sedujo en un primer momento, porque ya os he dicho que para mí es un coche bonito, pero desde luego no es un coche llamativo y seductor… pero el usuario acabó convencido por la practicidad, el citado confort y su gran fiabilidad. De este modelo se fabricaron casi dos millones de unidades, de las cuales se exportó la mitad y se vendió durante 15 años… yo creo que puede hablarse de éxito. La pena es que es un modelo prácticamente desconocido en España. La primera motorización era escasa para un coche de casi 4,3 metros, aunque parece más largo y poco más de 1.000 kg de peso, que ahora son muy pocos, pero incluso en 1965 eran muy pocos. Así que en 1968 aparece la versión “Turismo Sportif” con motor de 1.565 cm3 y 85 CV y mucho más equipada. En 1969 aparece una versión automática que tenía la gracia de ser el primer coche francés con caja automática “Made in France”. Y finalmente en 1973 y hasta su desaparición en 1980 aparece la versión TX, que es la que he podido probar en más de una ocasión, con motor de 1.647 cm3 y 93 CV, de forma que este modelo raspaba los 180 km/h. En el 80 llegó el R20... pero esa, será otra historia. Me hizo mucha ilusión ponerme al volante de este coche, porque me daba la sensación de ponerme al volante del hermano mayor del R6, el primer coche que conduje y que tan bien conozco. Bueno, es que realmente es el hermano mayor. Pero en cuanto te subías te dabas cuenta inmediatamente de algo: Era todo un Renault. Tened en cuenta una cosa: Cuando probé por primera vez este coche era ya a mediados de los 80, era más un coche antiguo que un clásico, casi un coche viejo. Pero me encantó. El volante y un salpicadero lleno de relojes “de verdad” le dan un aire algo retro, pero con mucho encanto. Esos butacones típicos de Renault, sus suspensiones suaves, su buen comportamiento, el auto centrado del volante… una atmosfera muy Renault. Y con una visibilidad casi perfecta y un buen dinamismo. No era para tirar cohetes, pero 93 CV para 1.100 kg no está tan mal. Hay coches con un cierto atractivo que no seducen, pero convencen. Espero que este vídeo sea igual: No tenga un arranque espectacular, pero os guste. Porque de verdad que este coche lo merece. Es un coche que en España no está olvidado, porque realmente ni existió, esta ignorado. Y es un modelo que acabó consiguiendo que la gran mayoría de los coches acabasen siendo de dos volúmenes. ¡Y a mí me parece bonito!