Historia de Rolls Royce: Los mejores coches del mundo
El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant
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“Los mejores coches del Mundo”. Durante décadas la prensa, los entendidos, la afición y mi padre coincidían: Los Rolls Royce eran los mejores coches del Mundo. Eran los coches de los Reyes y de la aristocracia más refinada. Y no voy a decir que hoy día sean malos… porque no lo son. Pero ya no son el mito que fueron. Por qué fueron un mito y por qué han dejado de serlo es lo que te vamos a contar en este video. Eran coches por los que no pasaba el tiempo. Por varios motivos, el primero: Tenían una calidad extraordinaria. Ahora también la tienen, pero la diferencia entre un Rolls en los años 50, 60 o 70 frente a otros coches era estratosférica… y ahora no. Segundo: Eran coches que hacían muy pocos kilómetros. Desfiles, desplazamientos oficiales, recepciones… y poco más. No se usaban para viajes largos, como mucho para ir del palacio de invierno al palacio de verano… Tercero: No estaban cuidados. Ni cuidadísimos… ¡estaban mimados! Y los siguen estando. ¿Has visto el Rolls de Carlos de Inglaterra? Es una versión especial de Phantom VI de 1977, por cierto, feísima. Generalmente detrás de un mito se ocultan hechos reales que justifican ese mito. En el caso de Rolls Royce, muchas cosas colaboraban a ese mito. Vamos a citar, solo como botón de muestra, unas cuantas. Por ejemplo, la declaración de potencia de sus motores, donde no se daba una cifra, sino que en el apartado potencia se declaraba: “La suficiente”. El cuero empleado en los Rolls Royce no era un cuero cualquiera. La propia marca se implicaba en la crianza de los animales que iban a brindar su piel para gloria y olor de Rolls. Para estas ganaderías Rolls Royce prohibía las cercas hechas con alambre de espino que podrían arañar la piel en la que iban a descansar posaderas tan relevantes. Lo mismo pasaba con la madera: Técnicos de Rolls se desplazaban personalmente sobre todo a California para elegir la madera que se iba a usar. Los coches se hacían a mano y la documentación incluía la “firma” de los que habían intervenido en la fabricación de tu coche. Y no falta en un Rolls que se precie el “espíritu del éxtasis” la famosa estatuilla que corona el radiador desde 1911 y que se convirtió en una referencia para la marca. Estaba fabricada también a mano. Rolls Royce son los apellidos de dos señores británicos. Por un lado, el Mr. Royce era un mecánico, un buen mecánico que como los coches que conocía no le parecía que estuviesen bien hechos, decidió fabricar sus propios coches desde 1904 con la marca Royce. Conoció a Mr. Charles Stewart Rolls, le convenció de la bondad de sus diseños y de la calidad de sus coches y el señor Rolls decidió venderlos en exclusiva, a cambio entre otras cosas, de que la marca fuese “Rolls Royce”. La marca nace el 15 de marzo de 1906, hace 118 años y 15 días, más o menos, en el momento de escribir este guion. El primer autentico Rolls Royce fue el Silver Ghost que nació en 1906 y se mantuvo en producción, siempre muy limitada, hasta 1925. Tan limitada que en esos 19 años se fabricaron poco más de 6.000 coches. Paralelamente a la fabricación de coches de lujo, Rolls Royce se dedicó a fabricar turbinas de aviación… y eso casi hace desaparecer la marca. El desarrollo de esos reactores de aviación fue tan costoso que arruino a la marca. Por fortuna el gobierno británico juzgo a la marca como de “importancia estratégica” y la salvo de la bancarrota. Y en 1973, con buen criterio, la fabricación de coches se separó del negocio de los aviones, pero seguía siendo una empresa pública. Hasta que en 1987 Margaret Thatcher, la “dama de hierro”, que privatizo muchas empresas públicas, no entro a valorar si con buen o mal criterio. Y una de ellas fue Rolls, que fue adquirida por el grupo británico Vickers que, entre otras cosas, eran fabricantes de armamento… seguramente mejor negocio que hacer coches de lujo. Quizás por eso Vickers vende la marca a los alemanes. BMW y VW se pelearon por la marca, llegaron a diversos acuerdos, pero desde el 1 de enero de 2003 es propiedad integra de BMW. Precisamente este modelo es para mí el punto de inflexión de Rolls Royce. Para muchos el Silver Shadow no es de los Rolls más llamativos o más bonitos, pero considero que es la última berlina que pude considerarse un auténtico Rolls. Lo último de Rolls es el Spectre, un coche eléctrico para mi gusto rayando en lo hortera y que pesa casi 3 toneladas. En mi opinión, insisto, es una opinión, hay otro Rolls aún más hortera, el Boat-Tail que tiene la vitola de ser el coche más caro del Mundo en 2023 con un precio de 23,7 millones de euros.