Historia de Aston Martin: Superviviente

El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant

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Sin duda es un icono del coche de lujo británico. Pero sin rodeos: Aston Martin está viva de milagro. Ha estado muchas veces en quiebra. Primero la salvaron un Conde y una Lady británica. Más tarde fue vendida por 100 libras a un consorcio bancario, luego a un empresario del petróleo, después a un armador griego y por fin cayó en manos de Ford, que fiel a su costumbre, casi acaba con ella. Finalmente, un consorcio de inversores, entre ellos Toto Wolf, Sabastian Vettel, el rico farmacéutico suizo Ernesto Bertarelli y, como no, Lawrence Stroll… Lionel Martin y Robert Bamford, fundadores de la compañía Bamford & Martin, construyeron un coche especial para la "Aston Hill", una popular carrera británica. No dejaba de ser un “invento” con chasis Isotta Fraschini de 1908 y un motor Coventry Climax. Pero el coche gustó tanto que decidieron fabricar algunas unidades para la venta. Pero llega la Primera Guerra Mundial y tras ella, la primera quiebra. Pero llega la “primera” quiebra de muchas… y Bamford decide abandonar el barco. ¡Hace falta dinero! Y aparece nada menos que un Conde, el Conde Louis Zborowski, gran aficionado a las carreras, no mal piloto, pero sin dinero suficiente. Y es entonces cuando aparece otra entusiasta y millonaria británica, Lady Dorothea Charnwood, que la compra, la salva y pone al frente a su hijo, John Benson. Parecía que los problema financieros se habían acabado… pero no. En 1925 las penurias seguían y Lionel Martin, uno de los fundadores, vende su parte a Augustus Bertelli acaudalado piloto e ingeniero, que se puso al frente de la empresa. Es en estos tiempos cuando, recordando los triunfos en la Aston Hill, deciden llamar a la empresa Aston Martin. Pero los problemas financieros continuaban. Aparecen Lance Pridroux-Brune que aportó dinero para después vender la empresa a Sir Arthur Sutherland, quien decidió, seguramente con acierto, abandonar las carreras para dedicarse a la construcción de deportivos de calle. Pero si la Primera Guerra Mundial estuvo a punto de acabar con la marca, pues con la Segunda pasó lo mismo… hacía falta un milagro… y el milagro llegó. Muchos modelos de la marca llevan aún la denominación DB en honor a David Brown, apasionado de los coches de calidad y propietario de una empresa fabricante de engranajes y máquinas herramientas. Pero… las deudas se acumulan. Y David Brown vende la empresa al consorcio bancario Company Developments por 101 libras esterlinas… pero Aston Martin, por enésima vez, entra en suspensión de pagos. Aston Martin la compra un consorcio “americano canadiense” con Alan Curtis al frente, que la revenden a un empresario petrolífero, Victor Gauntlett que al llegar la crisis del petróleo la vende a un armador griego, el rival de Onassis, Peter Livanos… Pero hubo un momento que Ford quiso convertirse en un referente de las marcas Premium a base de comprar y comprar. Compraron Jaguar, Land Rover, Volvo y Aston Martin. En 2020 el “Muchimillonario” Lawrence Stroll se va de compras, adquiere un equipo de F1 y una marca de coches… Aston Martin. Se emitieron pagares, se llegó a un acuerdo tecnológico con Mercedes, pero faltaba estabilidad en la gestión y en las finanzas… y aparece el “otro” salvador de la marca… yo haría modelos de Aston Martin con las siglas DB y con las siglas LS. Crea en 2020 un heterogéneo grupo de inversores que se hacen propietarios de la marca, entre ellos muchos implicados en la F1 como Toto Wolf y Sabastian Vettel; otros millonarios como el suizo magnate del mundo de la farmacia Ernesto Bertarellí; empresas del mundo de la automoción, como Mercedes y el grupo chino Geely; o el gobierno de Arabia Saudita. Pero con Lawrence Stroll a la cabeza. Aston Martin ha anunciado un aluvión de novedades para 2023, por supuesto entre ella SUV, coche híbridos y eléctricos, como no podía ser de otra manera. Y con tecnología Mercedes, un socio que aporta algo de lo que la firma británica tiene un verdadero déficit. ¿Tiene futuro Aston Martin? Visto lo visto, es una marca superviviente y, pese a todo, con una magnífica imagen. Y con futuro en la F1. Así que yo creo que sí. Coche del día. Pensarás que voy a elegir el DB4 o el DB5, ¡pues te equivocas! He elegido al Aston Martin DBS Superleggera que aparece en la película “Sin tiempo para morir” de 2021. Una reedición del DBS original realizado por Carrozeria Touring, precioso, con motor V12 de 725 CV con una velocidad máxima de 339 km/h.