Coches y el cambio manual: Historia y curiosidades
El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant
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Los cambios manuales tienden a desaparecer… si antes usar bien un cambio manual era una muestra de buen conductor, ahora va a pasar a ser un arte en vías de extinción. Te vamos a contar un poco de historia, algunas anécdotas y curiosidades sobre los cambios de marcha. Resulta curioso que ahora hay coches usados de campanillas, por ejemplo, algunos Porsche 911, que se cotizan más con cambio manual que con un buen automático secuencial. Y que cuando vas con alguien que cambia bien y hace un punta-tacón perfecto, te das cuenta que vas en buenas manos. Te recuerdo que hicimos un vídeo titulado “Punta-tacón, qué es y para qué sirve”. Al principio, hablo de los años 20 e incluso 30, era común que la palanca del cambio estuviese fuera de la carrocería. ¿El motivo? Por un lado, para simplificar los reenvíos y por otro, porque el habitáculo era, ocasionalmente muy estrecho… sacar la palanca fuera daba cierto margen de espacio. El siguiente paso fue ponerla en el piso. Y de nuevo la pregunta es, ¿cuál es el motivo? La respuesta es aún más sencilla, es que la palanca iba directamente al cambio, sin reenvíos. Incluso en monoplazas de competición se llegó a poner la palanca de cambios ¡entre las piernas del piloto! Como por ejemplo el Alfa Romeo Alfetta. En muchos coches la palanca iba en el volante, típico de coches americanos. ¿Típico de coche americanos? Pues no, muchos europeos lo llevaron así, pero para nosotros los españoles los Seat 1.400 y sobre todo los más numerosos y conocidos 1.500 llevaban el cambio en el volante y estaban homologados como seis plazas. Pero hay otra opción de la que los Citroën 2 CV y derivados y los R4 y R6 son los más conocidos: El cambio de pomo en el salpicadero. En este caso no era para acoger a tres plazas, sino porque eran coches estrechos y el cambio era un estorbo. Ahora en cambios manuales lo habitual ya son seis marchas. Esto ha ido creciendo paulatinamente, pues al principio, por ejemplo, el Ford T, tenía solo dos. ¡Ojo! que a efectos de número de marchas la marcha atrás no cuenta. A medida que los motores ganaron de vueltas los cambios subían de número de marchas. Ya en los años 70 lo habitual eran las cuatro marchas. A finales de los 70 y primeros 80 comienzan a aparecer los coches de 5 marchas, generalmente como rasgo de deportividad u-o exclusividad. Los más deportivos llevaban la primera atrás y a la derecha para dejar las marchas que más se usaban en la H “perfecta”. Y en los años 90 se empezaron a popularizar las 6 marchas y en los cambios secuenciales y automáticos. Por ejemplo, en el 2CV, la primera era hacia el conductor y hacia atrás y la cuarta a la derecha y hacia el salpicadero. Pero lo normal era primera a la izquierda y adelante y el resto a continuación. ¿Conocéis la expresión “poner la directa”? Viene de que durante muchos años la marcha más alta era directa, es decir, el giro del motor llegaba directamente hasta el diferencial. En los años 10 y 20 del pasado Siglo XX era muy habitual que los propietarios presumiesen de la potencia de su coche argumentando que era posible arrancar en segunda e incluso en tercera. Al principio los coches no tenían cambio sincornizado y cambiar de marcha, sobre todo al reducir, sí que era todo un arte no al alcance de cualquiera… de hecho solo conducían los profesionales, como los “Chauffeur”, pronunciado “chofer” y españolizado “chófer” y algunos aristócratas y adinerados casi como deporte o afición. Poco a poco las marchas fueron sincronizadas todas, incluso la primera y los dientes eran de tallado helicoidal, mucho más silencioso. Los más veteranos recordaran los coches de competición, sobre todo de Rallyes, con cajas de dientes rectos, más robustas y rápidas, sobre todo la Colotti. Que emitían un zumbido muy peculiar que se oía casi tanto y a veces más que el motor y que a mi “me ponía” mucho. Incluso ahora la mayoría de cajas secuencial de competición son de dientes rectos. Conclusión. Ya hicimos un vídeo titulado “Cómo usar correctamente un cambio manual” que os recomiendo que veáis… porque los coches con cambios manuales están en vía de extinción, pero los conductores que sepan usar bien de verdad un cambio manual, también estamos en vías de extinción. Los que tenemos coches de cambio manual y-o clásicos, seguiremos disfrutando de la conducción “de verdad”… aunque, siempre lo digo, no desprecio un buen secuencial. Eso sí, siempre que tenga un clásico manual en el garaje. Coche del día. Bueno, creo que esta cantado. Un Seat 124. Pero no uno cualquiera, sino el 124 D Lujo de faro redondo, con un precioso color azul noche y salpicadero en imitación madera. Fue el primer coche de propulsión trasera y cambio en el piso que conduje.