Coches incomprendidos: Renault 14. El "coche pera"
El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant
Categorías:
No me digáis que soy malo por llamar al Renault 14 el “coche pera”… Porque fue una idea, mala idea, de la propia Renault. Muchas cosas salieron mal para que este coche, sucesor del R12 y mucho mejor que él, no triunfase… y para que nunca viese la luz su versión coupé. No nació para competir con el Volkswagen Golf, sino con la idea de superarlo. Ahí es nada. Pero esa era la meta del director de Renault, Bernard Hanon quien no escatimó recursos. Renault en los años 70. La gama de Renault en 1970 gozaba de un gran éxito, pero excepción hecha del Renault 5, nacido en 1972, se había quedado anticuada. Hablamos de los R4, R6, R16 y del R12 y sus derivados deportivos, los R15 y R17, sin olvidar que al R8 llegó hasta el 71 en Francia y 1976 en España y México. En el segmento medio, el de mayores ventas, el R12 ya era un dinosaurio, aunque se vendía bien y tenía mucho prestigio… y tuvo algunas segundas vidas como Dacia y en mercado de América de sur. ¡Más madera! Había que pararle los pies, mejor dicho, las ruedas, al VW Golf y a todo lo se le venía y desde Renault se pusieron en marcha. Hanon pidió a Robert Broyer, diseñador del R12, que diseñase su sustituto, pero pensando en el Golf, es decir, con dos volúmenes. Y como Renault tenía prisa hizo algo hoy en día muy frecuente, pero que no lo era tanto en esos años: Llegar a un acuerdo con una marca rival, concretamente Peugeot, para desarrollar un moderno motor que acabaría siendo usado más por Peugeot que por Renault. Recibimiento frío. Hemos tenido en esta serie de coches incomprendidos coches como el #Fiat Multipla o el AMC Pacer, coches que causaron rechazo desde el principio… pero no dejaron indiferente. Eso de que se hable de ti, aunque sea mal, también pasa en los coches. El R14 no causó rechazo, fue peor, causó cierta indiferencia. El R14, incluso por dentro, a muchos les parecía “demasiado moderno” a otros, simplemente soso… como era el caso de su salpicadero. El ”coche-pera”. Y entonces a un “brillante” -con comillas- ejecutivo-creativo publicitario se le ocurrió una idea extraordinaria: Comparar al R14, que se vendía en un verde “pera” con una pera. ¿Con que objetivo? No se sabe. A lo mejor ese día este creativo no se había tomado su medicación, pero lo cierto es que esta publicidad salió adelante. ¿Y qué pasó? Que se retiró enseguida. Pero el daño estaba hecho. Los clientes, no veían esa forma de pera como una solución de diseño destacable, más bien lo interpretaban como una prueba de falta de solidez y seriedad. Al final se quedó con el mote, que rebasó Francia para llegar a otros países. Convivió cuatro años con el R12, al que apenas superaba en ventas y antes de siete años fue sustituido por el R11 y luego por el 9. Su produjeron en algo más de seis años casi un millón de coches… ¿Puede considerarse en fracaso? Hombre si te digo que del VW Golf I se han fabricado 7 millones de unidades, desde 1974 hasta 2009, cuando cesó su fabricación en Sudáfrica, pues sí. Todo es relativo. España: Más de lo mismo. La vida del R14 en España fue todavía más breve, pues no apareció hasta 1976, cuatro años más tarde, pero eso sí, era Made in Spain. A pesar de los esfuerzos de la marca, el R14 lo tuvo peor en España, un mercado mucho menos maduro y donde los coches de 2 volúmenes, pese al Golf, se perciben como “menos coche” que un tres volúmenes. ¡Hubo un coupé! El proyecto 121, que era la clave interna del R14, contemplaba una versión coupé, parecida a un Hunting Break o Shooting Brake, como más os guste… “coupé de caza” para entendernos. En 1974 François Wasservogel, propuso este concepto de un "shooting brake" basado en el R14 que entonces se estaba industrializando. Se piense en Ligier para hacer esta carrocería, pero suceden dos cosas: Una la crisis de petróleo no invita a lanzar coupés, aunque sean modestos. La otra, que se acaban de remodelar los R15 y R17… así que iba haber una rivalidad interna. Se decide dejar el proyecto para más adelante, pero el escaso éxito del R14 aconseja no liarla más. Una curiosidad, para este modelo se preveía la denominación R9, por ser impar, como los otros coupés y de una numeración inferior, que debía dar idea que se situaba por debajo de los otros modelos deportivos. Conclusión. ¿Mereció este modelo semejante “maltrato” por parte de los compradores? Pues sin duda no. Honestamente, creo que no era un producto redondo que, si tren delantero McPherson no estaba bien resuelto, que faltaban versiones más prestacionales que sí tuvieron sus rivales, entre ellas el Golf GTi, que la estética no cautivo y que la publicidad fue en error de bulto… pero, dicho todo esto, no era un mal coche, ni mucho menos. Y, en mi opinión, en este momento, precisamente porque no tuvo éxito, porque se fabricaron, pocas unidades y se mantienen aún menos, es una buena pieza de colección.