Coches fúnebres sorprendentes
El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant
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No os quepa duda: Este es el mayor reto en mi trayectoria como periodista. Nada menos que hacer un podcast de coches fúnebres… ¡con el “yuyu” que me da a mí todo esto! Pero es un reto que un miembro del canal me ha propuesto… y yo, por los miembros y seguidores del canal, estoy dispuesto a todo. Shillibeer´s Funeral Coaches. Decía mi madre que tiene que haber de todo en esta vida y por eso hay gente que se dedica al negocio funerario… desde luego yo no podría, pero esta gente hace falta. Y en un entierro, no lo olvidemos, hay que llevar un ataúd y suelen acudir familiares y amigos. En el Siglo XVI un británico tuvo una idea… el señor George Shillibeer inventó un vehículo, por supuesto tirado por caballos, en el que era posible transportar al difunto y además a los principales familiares. Creo la empresa Shillibeer´s Funeral Coaches y se dedicó, además de a enterrar a gente, a vender este tipo de carruajes… que se popularizó rápidamente… Por mucho que queramos a nuestros difuntos, enterrarlos dentro de las ciudades, muchas de ellas amuralladas, desde el punto de vista de la salud pública, no era una buena idea. Por eso, a partir del siglo XVIII más o menos, los cementerios se trasladaron a las afueras de las ciudades… Una costumbre que a día de hoy se mantiene. Esto fue un espaldarazo a los coches fúnebres, porque llevar al difunto sobre los hombros está bien un ratito, pero si hay que hacer decenas de kilómetros no es solución… Además, hay gente que quiere tener estilo, hasta después de fallecido… Sobre todo… los ingleses. A ver, que a los ingleses les fascinan los funerales no es una novedad. SI son de Estado, más. Quizás podríamos decir que esta costumbre arranca con el funeral del príncipe Alberto (1819-1861), esposo de la reina Victoria de Inglaterra, en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor. Pero no hay que irse tan lejos: El de la Reina Isabel II fue en el Reino Unido un verdadero acto social desde muchos días antes con mucha pompa y mucho boato. Y, por cierto, este asunto del coche fúnebre fue importante… y polémico. Con la llegada del automóvil nacen los primeros coches fúnebres… aunque no fue exactamente así, pues en los comienzos del automóvil, las ambulancias eran los coches fúnebres… muy práctico, dos por uno. Luego se fueron especializando y sobre todo en América y Europa con un estilo muy sobrio, dominado por el uso de colores oscuros, especialmente el negro y el gris. En otras religiones van adornados con elementos propios de cada religión y hay algunos muy festivos. Os vamos a enseñar 10… Porque en este caso más que nunca, una imagen vale más que mil palabras. Aunque advierto que, en muchos casos, saber el modelo exacto que sirve de base, no es fácil. Cadillac Miller-Meteor Landau. El coche del “último viaje” de nada menos que Elvis Presley. Chevrolet Impala “Magalhaes”. Este Chevrolet Impala del 59, pintado en negro y dorado se hizo al gusto del diseñador de moda el portugués Joao Manuel Magalhaes. La “Funebreta”. ¿Quieres un coche clásico barato? Pues un coche fúnebre es una opción, no hacen muchos kilómetros y como coche de segunda mano su uso es muy restringido… Jaguar E “Harold and Maude”. Este es un coche, literalmente, de “película”. En la extraña película “Harold and Maude” de 1971, aparece este Jaguar E fúnebre. Jaguar XF. Otro Jaguar, el de la reina Isabel II, en un funeral que, a causa del coche fúnebre, no estuvo exento de polémica. Maserati Ghibli Vekal. Biemme Special Cars de Padova son expertos en estos coches… hay otra creación suya en este video. Nissan Leaf. Los hay que quieren presumir de gente rica y con clase incluso después de muerto, pero también los que quieren presumir de ecológicas… Rolls-Royce Phantom. El coche utilizado por el Duque de Edimburgo. Entro en servicio en 2014 y pertenece a la funeraria A.W. Lymn de Nottingham. Rouges’ Cadillac. Otro Cadillac más y otro coche de película. Este modelo aparece en la película “The Warriors” de 1979 una especie de distopia ambientada en una ciudad de NY Studebaker. Este coche pertenece a los Servicios Funerarios de Madrid y lo podéis ver, a los que les guste el asunto, en la colección de coches funerarios del cementerio de La Almudena, en Madrid. Conclusión. ¡Espero que os guste este vídeo! Porque me ha costado mucho hacerlo… Coche del día. ¡Un poco de alegría! ¡Os voy a sorprender! El coche del día el… redoble de tambores… ¡el VW Polo Arlequín! En su momento me pareció un disparate, pero hoy este coche alegre y lleno de colores, me ha venido muy bien… ¡quiero uno en nuestro garaje hermético!