Coches de la Primera Guerra Mundial

El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant

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¡En menudos líos nos metéis! Tras el éxito “de crítica y público” del podcast de “Coches de la Segunda Guerra Mundial” nos pedisteis un podcast de “Coches de la Primera Guerra Mundial”. No ha sido fácil, nada fácil, pero… ¡aquí está! Y es que, aunque algunos no lo crean, en la Primera Guerra Mundial… ¡ya había coches! Y no es coña…. Vamos a ponernos en contexto: La Primera Guerra Mundial, la “Gran Guerra”, la Guerra que iba a acabar con todas las guerras comenzó en 1914, exactamente el 28 de julio de 1914. El que se considera el primer automóvil de la historia, yo añadiría “térmico”, el Benz Patent-Motorwagen nace solo 28 años antes y el modelo que popularizó verdaderamente el automóvil, el Ford Modelo T nace en 1908, apenas 6 años antes de la contienda. ¿Cuál es la primera conclusión? Que el automóvil, cuando estalló la guerra, era algo que podríamos definir como muy moderno y un recién llegado… aunque justo es reconocer que llegó pisando fuerte: En 1913 se estima que en todo el Mundo había ya 2 millones de coches. Me hace mucha gracia cuando se habla del Jeep como primer TT o cosas similares, porque no se tiene en cuenta que el automóvil, en su nacimiento, todos eran más o menos TT… ¿no te lo crees? Te voy a dar la explicación: Sencillamente, no había carreteras. Así de fácil. En las ciudades importantes el núcleo central estaba pavimentado y poco más. Es decir, los primeros automóviles circulaban básicamente por caminos no siempre en un buen estado. No es que no se hubiese inventado el concepto TT, lo que no se había inventado era la red de carreteras. Y ¡ojo! que eso incluye, además, la dificultad para encontrar fácilmente combustible… no era como ahora, ni mucho menos. Los coches eran caros, por eso, eran propiedad de gente rica o vehículos de trabajo, sobre todo taxis y vehículos de reparto. Requerían un mantenimiento esmerado y no eran sencillos de utilizar. No es de extrañar que a los primeros profesionales de la conducción se les llamase “Chauffeur”, literalmente “calentador”, lo que ahora decimos chófer o conductor. No era fácil. En esos años el rival natural del automóvil, tanto en el ejercito como fuera de él, eran los caballos. En realidad, era al revés: Los coches eran el nuevo rival de los caballos. ¿Y qué ventajas tenían los “modernos” “auto-móviles” sobre las carretas de caballos? No comían, pero necesitaban gasolina, pero a cambio eran inagotables y podían llevar cargas mucho más pesadas y mucho más lejos. Para un ejército tener una brigada motorizada era una gran ventaja frente a una infantería que se moviese a pie o incluso a caballo. Un coche podía hacer cientos de kilómetros en una jornada, en carretas de caballos, eso era imposible… Y esta ventaja quedó muy clara en una ocasión… que os vamos a contar. Los alemanes se acercaban a París y era necesario salir a su encuentro. Pero ¡ojo! el frente tenía una longitud de más de 200 km. ¿Cómo conseguir llevar 6.000 soldados en tiempo récord y distribuirlos adecuadamente? Pues al general francés Gallieni se le ocurre una idea sencilla: ¿Y si los llevamos en taxi? Así que requisaron 630 taxis, la mayoría Renault AG-1, a razón de 5 soldados por coche, perfectamente pertrechados de víveres y armas. Pero ya ha llegado al momento de hablar de algunos de los coches de la Primera Guerra Mundial, algunos de ellos simples vehículos de transporte, otros casi acorazados ligeros. De todo un poco. 1. Austin Blindado. 2. Ford T. 3. Jeffery-Poplavko. 4. Lanchester 4x2. 5. Lancia IZ/IZM. 6. Minerva. 7. Peugeot 1914. 8. Renault AG. 9. Romfell PA.2. 10. White AM. Conclusión. Algunos de estos vehículos, como un Rolls que sale en la película “Lawrence de Arabia” los hay en miniatura de 1/43. La necesidad agudiza el ingenio. Y en las guerras hay muchas necesidades que cubrir. Coche del día. Para mí el protagonista del Marne, el taxi Renault AG… ¿no me digáis que no molaría tener uno en el garaje?