CITROËN PICASSO vs RENAULT SCÉNIC: Comparativa Coches Vintage

El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant

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¡Qué gran idea! Estaba hablando con mi buen amigo Juan Muñoz del éxito del vídeo “Los 10 mejores Renault de la historia” y en concreto del Scénic… y de pronto me dijo, “¿Tu no tuviste un Picasso?”. Le respondí que tuve uno y que guardo muy buen recuerdo de él. Y me dijo: “Y por qué no los comparas?” ¡Qué gran idea! Volvamos al Picasso, el primero, el Xsara, y al Scénic, también al primero no a los que le siguieron después. Estos dos coches están entre los mejores monovolúmenes del momento, de esos años, desde mediados de los 90, pues el Scénic aparece en 1996, hasta el 2011, cuando deja de venderse el Xsara Picasso en Europa, un par de años más en otros mercados. Y es que cuando se juntan un buen bastidor, unos buenos motores, un buen diseño y buenas ideas… pues salen coches como estos, eternos. Con ambos he tenido una relación muy estrecha. La idea en la mente de los ingenieros de Citroën era “Romper con el estilo tradicional del automóvil”. Poner nombre a un coche que contaba con ideas bastante nuevas y con un diseño tan particular, no era cosa fácil. Y ¿qué mejor nombre que Picasso para un coche así? La idea era unir tanto las ideas innovadoras de Citroën y de Picasso como hacer un homenaje por un lado a Pablo Picasso y por otro a André Citroën. Pero Jean Clair, el director del Museo Picasso en esos tiempos escribió un artículo en el diario “Liberation” criticando el uso del nombre del artista para una maniobra de marketing… yo creo que no entendió nada. La negociación no fue ni sencilla ni barata, pero se llevó a buen término. Y gracias a ella yo y varios cientos de miles de personas más pudimos tener en casa un objeto con la firma del pintor… Ya os he contado que estuve en la presentación Mundial del Scénic, en el centro Pompidou, en París. El prototipo que vi finalmente fue casi exacto al modelo de venta al público, excepto por sus asientos. En un guiño a la vocación “mundial” del Scénic, cada uno de los asientos contaba con una tapicería decorada con uno de los 5 continentes. Y en el “bufé” de la comida había cinco barras con comida típica de cada uno de los 5 continentes. A mí el coche me pareció francamente bonito y muy bien resuelto en todos los aspectos. Era algo así como una plataforma de Megane que daba cabida a una especie de mini Espace… me gusto. Si bien el planteamiento de la carrocería, su diseño o las combinaciones interiores posibles eran innovadoras, sus mecánicas eran conocidas y nada innovadoras… algo que en un coche así, era una virtud. El Scénic nació antes, el 1996 y montaba motores siempre de 4 cilindros, gasolina y diésel, desde 1,4 a 2,0 litros y entre 75 a 140 CV. Probablemente el mejor y el de más éxito fue el 1,9 Diesel con turbo, denominado 1.9dCi con inyección directa, el famoso entonces Commom-Rail y 105 CV. Motores todos heredados del Megane… como el Picasso los heredaba del Xsara, de nuevo siempre de 4 cilindros, gasolina y Diesel desde 1.6 a 2.0 litros y entre 95 y 140 CV. En este caso el más interesante también era el diésel turbo, el que yo tuve, el primero, de 90 CV que luego subieron hasta los 110. La verdad es que eran coches muy parecidos. Por ejemplo, en las medidas, las diferencias eran escasas, pero interesantes: El Scénic era 10 cm más corto, su distancia entre ejes 18 cm menos y unos 3 cm más bajo.Esto repercutía en un espacio interior más ajustado y es que justo es reconocer que el Xsara Picasso, para sus escaso 4,3 metros, era ¡enorme! por dentro y también superaba en maletero al Scénic. En cuanto a comportamiento eran muy parecidos, quizás un poquito más ágil el Renault, con más aplomo el Citroën. Y en cuanto a calidad general era muy similar: Es cierto que a coche nuevo quizás los plásticos del interior del Scénic lucían más, pero pasados los años el Xsara es un coche que envejece bien. En ambos casos, ahora que han pasado los años y tenemos datos, eran coches extraordinariamente fiables y duros como piedras, con muy pocos problemas. De hecho ambos, y él Citroën en especial, tuvieron vidas muy largas E difícil dar un ganador, aunque lo tengo claro. Mi ganador es sin duda el Xsara Picasso. Cuando apareció el C4 Picasso no “pudo” con el Xsara Picasso… Pero la practicidad del primer Picasso, sus prestaciones sorprendentes, y hablo de la versión de 90 CV, sus consumos ajustados y un agrado de uso notable, hacían que muchos compradores se decantasen por el “viejo” Picasso… cierto que el precio ayudaba. ¿Quiere esto decir que el Scénic era un mal coche? Ni mucho menos. Ni siquiera digo que sea peor que el Picasso… solo que a mí el Picasso me gusta más. Y sí, por mucho que le pese al “Pureta” de Jean Claire, sería una maniobra de marketing usar el nombre del artista, pero una espléndida maniobra de marketing. Porque en mi opinión, pegaba más poner Picasso a un Citroën que no a un Renault y mucho menos a un Peugeot. Decir que el Renault Scénic ha llegado hasta nuestros días, es mentir, porque lo que ahora Renault llama Scénic es un SUV eléctrico… nada que ver. Pero hasta 2022, cuando dejó de producirse la cuarta generación, el concepto Scénic ha tenido sucesores con éxito. Algo parecido ha sucedido con el Picasso, que en 2022 dejó de producirse. Para mí, que los monovolúmenes siempre me han parecido más lógicos e interesantes que los SUV, me da mucha pena. Coche del día. Mi Citroën Xsara Picasso verde metalizado. Es un coche con el que viajé muchísimo cuando mis hijos eran pequeños. Era un viajero incansable con una gran autonomía, mucho confort y mucho espacio para llevar cosas… ya sabéis que el equipaje de los niños pequeños ocupa mucho más que el de las personas mayores.