Citroën GS, Renault 12 y SEAT 124: Comparativa coches vintage

El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant

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¡Nos vamos al pasado! En este caso, lo de menos, en esta comparativa, son los coches o el resultado. La he hecho para mostraros como hubo un tiempo en que coches que competían de tú a tú en el mercado eran absolutamente distintos. No, no estéticamente: Estéticamente, tecnológicamente e incluso, en la filosofía del coche y de la marca. Eran, sin duda, mucho peores que los de ahora… pero todos distintos y con personalidad. Entre finales, muy finales de los 60 y mediados de los años 70 estos tres modelos eran enconados rivales de lo que entonces, y ahora algo menos, se llamaba “segmento C”, coches medios. Y no podían ser más diferentes: Uno de ellos, era muy aerodinámico… otro una caja de zapatos. Dos de ellos tracción delantera, el tercero propulsión posterior… Dos motores iban refrigerados por agua, otro era bóxer y refrigerado por aire. Uno llevaba eje rígido, otro una sofisticada suspensión hidroneumática… Citroën GS: Muy avanzado. Este coche nació en 1970. Voy a ser claro, muy claro, clarísimo: De este trio, analizado desde el punto de vista técnico, el GS era de lejos el mejor. Diseño aerodinámico, excelente suspensión y frenos, un confort inigualable y comportamiento en curva y recta muy superior a sus rivales. La pregunta obvia es, ¿por qué no arrasó a sus rivales? Y esta pregunta tiene dos respuestas. La primera: Su motor refrigerado por aire… lo cual tiene inconvenientes, como la mayor necesidad de tolerancias y una temperatura de trabajo más alta, que impedía relaciones de comprensión más elevadas. Renault 12. Burgués. El R12, aparecido en 1969, se parecía al GS como un huevo a una castaña. Sí, ambos eran tracción delantera, pero el motor de cuatro cilindros refrigerado por agua iba por delante del eje delantero, destrozando el reparto de pesos, pero permitiendo una mayor habitabilidad. ¿Cuál era el punto fuerte del R12? En realidad, no era uno, sino tres: Acabado de calidad, fiabilidad y confort. Seamos sinceros: En esos tiempos los acabados de Renault estaban por encima de la competencia. Te podían gustar los butacones que daban ganas de subírselos a casa o los suaves y acolchados plásticos del interior, pero eran, por comparación, un acabado premium. Seat 124. Sencillo y deportivo. El Seat 124 nació en 1968 pero conviene no olvidar que el Fiat nace en 1966, es decir, es el de diseño más veterano de la comparativa. Alguno os sorprenderéis cuando hablo de él como coche deportivo… pues no os sorprendáis. El comprador del Seat 124 era el mismo padre de familia que el comprador del GS o del R12, pero que era más amante de la conducción que, en esos años, podía llamarse deportiva. A pesar de su eje rígido, su reparto de pesos, su relación entre anchura y distancia entre ejes, su propulsión posterior y un motor muy alegra, típico de Seat, hacían de él un coche mucho más dinámico que los otros… prueba de ellos es la competición, donde desde el principio destacó el Seat. Comparaciones, ¿odiosas? Mi opinión es que las comparativas y las comparaciones no son odiosas, sino todo lo contrario. Y más en estos coches que son tan distintos entre ellos. Precios aparte, pues el 124 era el más barato, creo que cada coche se adaptaba a un tipo de conductor y de propietario. Si te gustaba la técnica avanzada y querías la mejor estabilidad y frenada, tu coche era el GS. La versión Break, con su particular portón, además ofrecía la ventaja de una altura constante independientemente de la carga. Si lo principal para ti era un coche casi “de representación”, cómodo y bien acabado y no eras amigo de la velocidad, el R12 era tu coche… sin duda.