CITROËN BX GTi 16v: ¡El mejor!
El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant
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En una charla entre amigos y miembros del canal surgió una pregunta: ¿Cuál ha sido el mejor GTi de la historia? Muchos se decantaron por las primeras series del Golf, otros por los Opel Kadett GSi 16v y otros por el 205 GTi 1.9. Pero cuando me tocó opinar, dije: “Sin duda, el Citroën BX GTi 16v”. ¿Los motivos? Ahora os los cuento, porque primero habrá que definir que es un GTi… Me decía mi padre: Lo primero que hay que discutir es saber sobre qué se discute. Así que, si queremos reflexionar acerca de cuál fue el mejor GTi de la historia, lo primero que hay que hacer es reflexionar sobre lo que es un GTi. Hay que tener claro es que las siglas GTi no tienen mucho que ver con lo que es un coche “tipo GTi”. Como todos sabéis significan “Gran Turismo Inyección”. Lo de la inyección está claro, pero no tanto lo de Gran Turismo. Inicialmente Gran Turismo se llamaba a coches deportivos pero aptos para usar a diario y viajar gracias a un cierto nivel de practicidad, vamos, de confort y habitabilidad. O sea, que eran deportivos, pero no radicales. De alguna manera este significado se ha ido modificando, porque ahora nos referimos a las carreras de GT donde corren deportivos muy radicales y no tanto coche de GT. Por ejemplo, un 928 S o casi todos los Aston Martin están más cerca de ser GT que muchos de los Ferrari que corren el GT. Pero nos estamos acercando. Porque los GTi toman de los GT el ser coches muy “usables”, que no sean complicados de conducir, realmente prácticos, pero con unas posibilidades como deportivo muy a tener en cuenta. Y además, con la ayuda de la inyección. Los “coupés industriales” tuvieron mucho éxito, coches con chasis de berlina, motor de berlina pero potenciado y una bonita carrocería. Es el caso del Ford Mustang pero en Europa del Ford Capri y Opel Manta. Eran coches muy bonitos, con carrocería coupé, y de comportamiento y prestaciones bastante deportivas. Y entonces llegó el Golf GTi. Un coche más asequible, con cierto atractivo estético, “fácil de conducir rápido”, más práctico, digamos que incluso igual de refinado en motor y bastidor y capaz de competir con estos coupés. Así que concluyamos: Un GTi es un coche que cumple como coche de todos los días, atractivo, práctico, amplio, cómodo, fácil de conducir, pero con prestaciones de deportivo. ¿Se te ocurre un coche más práctico, amplio y cómodo que un BX? ¿No te parece bonito en BX, diseñado nada menos que por el gran Marcelo Gandini, sobre todo con esos toques que llevaba el GTi? Y lo mejor de todo: ¿no te parece muy deportiva la combinación de un buen chasis con suspensión hidroneumática, un peso de 1.000 kg y con el motor 1.905 cm3 de 16 válvulas y 160 CV? El BX GTi era un coche especialmente cómodo, con una estabilidad sobresaliente y unas excelentes prestaciones, con una máxima que raspaba los 220 km/h y unas aceleraciones de 0 a 100 km/h de 7,9 y de 0 a 1.000 m en 28,8 segundos, superiores a las del Golf GTi coetáneo, similares a las de Renault 5 GT Turbo y cercanas a las de un 911 de la época. Lo mejor para mi es que este modelo mantenía la suspensión hidroneumática que siempre se dice que tiene ventajas en confort y aislamiento, pero no se habla tanto de sus ventajas en un coche deportivo. En curva su motricidad era excepcional incluso sin la ayuda de un autoblocante, porque su suspensión mantenía pegada la rueda al suelo, incluso la interior, menos “descargada” que en coches con suspensión convencional. El primer BX GTi de 1986 era un 8 válvulas de 1.9 litros y 129 que no estaba mal, con una máxima de prácticamente 200 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 9 segundos. Además su faldón delantero más bajo, su alerón posterior y unas llantas específicas le daban sin duda un punto más deportivo. Antes había aparecido el minoritario BX Sport no tan buen GTi, entre otras cosas por la falta de inyección. Usaba el mismo motor 1.905 cm3 pero dos carburadores dobles en vez de inyección. Un coche más delicado de puesta a punto y con un consumo apreciablemente mayor… Apenas un año más tarde llega el 16v y sus 160 CV… no conviene olvidar que en esa época el Golf 16v ofrecía 136 “enclenques” caballos. ¿Por qué “enclenques”? Porque por debajo de 4.000 rpm no había nada, de hecho muchos usuarios del 16v que venían del 8v preferían el primero. Pero no fue así en el BX GTi cuya ficha técnica dice que el par máximo de 181 mkg llegaba a 5.000 rpm, donde ya ofrecía 129 CV. Una curva de par muy llena combinada, como decía, con un peso muy contenido de apenas una tonelada.