Citroën 2CV vs Renault 4: La comparativa del siglo

El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant

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Esta no va a ser una comparativa al uso. No vamos a comparar como iba uno y otro coche… bueno, eso también. Peeero… también vamos a comparar su historia, sus orígenes y su aportación a la técnica y a la historia del automóvil de estos dos modelos. Y después verás que llamarlo “La comparativa del Siglo” a lo mejor no es exagerado. Estos dos modelos marcaron una época, llegaron a competir de tú a tú en el mercado, tanto en su versión berlina como furgoneta, pero no olvidemos que el Citroën 2 CV nació nada menos que 12+1 años antes que el Renault 4. No os voy a repetir el pliego de condiciones que Pierre-Jules Boulanger impuso a sus ingenieros, porque ya lo conocéis: El 2CV es un coche que, visitado muchas veces este canal, al última hace más o menos 6 semanas en el vídeo titulado “Citroën 2 CV: Una suspensión muy especial”. Y es que, pese a su modesto planteamiento, este 2CV fue un diseño muy avanzado a su tiempo y revolucionario. Esto es lo que permitió que tuviese una vida tan larga, de nada menos que ¡42 años!, desde 1948 a 1980. Aunque veremos que han sido unos cuantos más No olvidemos otra cosa: Hablamos de un coche muy antiguo… y muchos pensaréis: “Máximo, ya nos lo has dicho, de 1948”. Pues no. De mucho antes. Te invito a que veas otro de nuestros vídeos, este de “Historia ficción”, titulado: “Cuándo los Nazis descubrieron el 2CV”. Porque en este vídeo se cuenta como el diseño de este coche comenzó en 1937 y solo dos años más tarde se habían fabricado 250 unidades. Pero el proyecto se suspendió… ¿por qué? Porque había estallado la Segunda Guerra Mundial. Los responsables de Citroën eran conscientes de que tenían un verdadero tesoro y que los alemanes estaban robando tesoros, no solo oro, plata y obras de arte, sino también los tesoros tecnológicos como era este modelo. Destruyeron los coches y escondieron algunas unidades. Pero, a efectos prácticos, cuando nos referimos al 2 CV nos referimos a un diseño de 1937/1938 que se fabricó en su versión furgoneta, técnicamente idéntica al original, hasta el 27 de julio de 1990. Es decir, una vigencia de 53 años. Creo que en este sentido, no hay otro coche igual en la historia. El 28 de agosto de 1961 se presenta en el Salón de Fráncfort el R4 que supuso un salto hacia adelante, porque cambiaba el motor trasero característico de los Renault de esa época por un modelo con tracción delantera muy moderno para su época, aunque no tan revolucionario como lo fue el 2 CV en la suya. Si el pliego de condiciones del 2 CV era largo y detallado, el que recibió Robert Barthaud, fue corto y muy directo: Superar al Citroën 2 CV. Un coche que en esas fechas tenía un éxito notable. Pero el 2 CV en algunos aspectos superaba al 2 CV y su éxito no se hizo esperar: En 1964, solo 3 años después de comenzar su fabricación, salía de la cadena de montaje el R4 número 500.000. El objetivo se consiguió, pues si del Citroën 2 CV se fabricaron más de 5 millones de unidades, incluidas las furgonetas, del R4 se han fabricado más de ¡8 millones! en todo el mundo. Un modelo que ayudo y sirvió fielmente a muchas personas. Y que también tuvo descendencia. Y justo es reconocer que la familia de derivados del R4 tuvo quizás más caché. El más inmediato fue el R6, un coche que conozco muy bien. Pero no todo el mundo tiene en cuenta que el R5, un coche que revolucionó el concepto del diseño por muchos motivos, el que impuso los paragolpes integrados, el que tanto éxito tuvo en competición… no era más que un R4 con otra carrocería y motores más potentes. Por estética, por su interior e incluso por sus prestaciones, el R4 es un coche más moderno. El 2 CV llevó siempre un motor bicilíndrico bóxer refrigerado por aire que comenzó con 372 cm3, enseguida pasó a 425 y llegó a su máximo de 602 cm3 y 29 CV. El R4 siempre ha llevado un motor de 4 cilindros y refrigeración líquida. Nació con 747 cm3 y rápidamente pasó a 845 cm3, yo creo que la cilindrada más característica de este modelo. Pero diversas versiones actualizadas llevaron la cilindrada en 1981 hasta los 1.108 cm3 y 34 CV. ¿El doble de cilindrada que el 2 CV para solo 5 CV más? Pues sí, pero al volante, el par del R4 hacían de él un coche mucho más rápido y solvente, sobre todo en vías rápidas. Lo cierto es que las normas de seguridad y las autopistas fueron el mayor enemigo del 2 CV. La verdad, es un coche que adoro, pero para tener un accidente no se me ocurre una opción peor. Y ya a mediados de los años 70 en España era un coche submotorizado, con el que para adelantar a los camiones que iban a 90 km/h reales, tenías que utilizar su rebufo. Lo digo con conocimiento de causa porque tuve uno. El R4 era muy superior en prestaciones al 2 CV Sus prestaciones eran modestas, pero incluso los de 845 cm3 y más aún los de 956 cm3 como el que yo tuve, podías adelantar a los camiones, sino con autoridad, sí con solvencia. En general el R4 se consideraba “más coche” pero el 2 CV tuvo su público hasta el final de sus días porque era muy adecuado para el uso rural, robusto y de una economía de uso y mantenimiento sin rival. Y por qué no decirlo, gracias a las promociones deportivas del Citroën y a las imágenes del mayo de 1968 francés, se convirtió en un icono. Algo que no consiguió el R4… pero lo consiguió de otra manera su sucesor, el R5, verdadero icono que ahora vuelve… con motor eléctrico. Coche del día Elijo al 2 CV, porque como dice mi querida Mafalda en la tira donde muestra el “Auto” que ha comprado su padre: “Es uno de los pocos autos en los que lo importante sigue siendo la persona”. ¡Y no voy a ser yo quien corrija a Mafalda!