Casos reales de timos y trampas de los talleres de coches
El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant
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No, este no es otro listado de posibles timos que te pueden hacer en el taller… ese vídeo ya lo hicimos. Este vídeo es un compendio de historias verdaderas, reales como la vida misma, experiencias personales, experiencias de amigo y experiencias que me habéis contado muchos de vosotros… No me gusta ser polémico y siento ser polémico. Los talleres de coches tienen mala fama… mala, pero justamente ganada. Con los talleres pasa como con los que vamos en moto, que la mayoría somos respetuoso con las normas y con el resto del tráfico, pero unos pocos no y son los que dan la mala imagen a todo el conjunto. Cambiar por cambiar. Esto me sucedió a mí con mi VW Golf MKII. Siempre que llevo el coche al taller preparo una lista con lo que quiero que hagan e insisto en que no hagan nada que no esté en la lista sin preguntarme. ¿Qué paso? En la lista ponía que quería hacer las cotas de dirección para dejar el volante derecho, arreglar la rueda de repuesto que estaba pinchada y reparar o cambiar la cerradura de la puerta derecha, que a veces se enganchaba… Fui a recoger el coche y me dijeron no habían podido reparar la rueda de repuesto, aún no sé el motivo, que la cerradura iba bien y que habían hecho las cotas de dirección. Pero, “ya-que” es coche estaba en el taller, habían cambiado aceite y filtro porque no tenía buena pinta. El aceite la había cambiado hacía dos semanas, la puerta derecha se seguí atascando y cuando salí, con el coche recto el volante iba caído a la izquierda… no volví para protestar… y no volví nunca más. Averías en cadena. Esto le pasó a mí actual pareja y tuve que tomar cartas en el asunto. Tiene un Mercedes CLK bien cuidado, pero con añitos y que cada vez que lo llevaba al taller salía con una avería arreglada y otra nueva. Encadenó cuatro “viajes” al taller hasta que fui allí… y la última “avería” no se la cobraron. Y es que estos talleres sin vergüenza… ¡ojo! no es un insulto, no he dicho “sinvergüenza” en una sola palabra, sino en dos, “sin vergüenza” … como decía, estos talleres creen saber a quién pueden timar y a quien no. Al final llevó el coche a un buen taller, le cobraron un buen dinero porque el coche estaba lleno de chapuzas, pero ya va como un reloj… Recambios nuevos, ¿seguro? Esto me lo contó uno de vosotros, que quiso dar un buen repaso a su BMW 320i de la serie E36 y lo llevó a un concesionario oficial BMW… Les dijo, un gran error, que no escatimasen y le pasaron una factura digamos que “generosa” en la que figuraba que habían cambiado desde un latiguillo de frenos, a todos los líquidos, pastillas, amortiguadores y parte de las gomas de anclaje de diversos elementos de la suspensión o silent-bloc, algo que recomiendo hacer. Pero Ramón, que es como se llama nuestro seguidor y al que mando saludos, decidió que quería entrar en circuito con este coche y acudió del nuevo al taller… ero a otro. Y pudo comprobar que muchas cosas como el líquido o los silent blocks entre otros, o no los habían cambiado o no eran nuevos… En todas partes… … cuecen habas. Porque esto que os voy a contar me pasó en Alemania y con un coche clásico, un Porsche 911 de las primeras series, en concreto de la tercera, de 1975 que nos había cedido un museo particular para unas fotos. El coche iba dando fallos y vimos un taller. Paramos en un taller que casualmente había al borde la la carretera. Nos hicimos entender como pudimos y se quedaron con el coche … nos fuimos a comer y a la vuelta nos tenían una factura preparada, no excesivamente abultada, por el cambio de varios fusibles y varios cables de encendido. El coche aparentemente iba mejor, pero seguía dando fallos. Cuando llegamos, descubrimos la “avería misteriosa”: Había un borne de la batería medio suelto… Avería “programada”. Me hace gracia porque esto me lo ha contado uno de nuestros miembros, Iñaki, que tiene un precioso GT turbo de estricta serie y al que cuida, como dice él, “casi tanto como a mis hijos… ¡mi mujer dice que más!”. Bueno, el caso es que llevó el coche para cambio de aceite y alguna que otra cosa y se lo hicieron todo bien y a buen precio… y además le advirtieron de que las pastillas de freno estaban ya para cambiarse, desmontaron unas ruedas y estaban para cambiarse, eso sin duda. Pidió que se las cambiasen y ya está. Hasta que llegó a su casa y al guardar la factura del mantenimiento con todas las demás comprobó que había cambiado las pastillas… hacia casi un año, pero ¡hacia menos de 1.000 km! Este timo es doble, porque timaron a Iñaki y esas pastillas e las pondría a otro como si fuesen nuevas… Conclusión. Para acabar solo os pido una cosa: Enviadme vuestras experiencias con talleres, porque yo creo que me van a dar para otro video más… Coche del día Más que coche tendría que hablar de “taller del día”. Porque el coche es el Renault 5 TS, pero no cualquiera, sino con el que corrí. Me ayudaba Renault Arévalo, de mis buenos amigos los “De Castro” y antes de cada carrera seguía un ritual: Iba desde Madrid a Arévalo a 125 km, por carretera porque entonces se podía ir con un coche de carreras por la calle… bueno, no con todos, pero con este sí. Iba a que me lo mirasen de arriba abajo… y cuando volvía era otro coche…