10 Coches que fracasaron y ahora valen un dineral

El Garaje Hermético de Máximo Sant - Un pódcast de Máximo Sant

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Siempre os digo que me gustan las rarezas… en realidad no soy el único. En general, a la gente, a los aficionados, a los coleccionistas, les gustan estos coches digamos entre el fracaso y la incomprensión. Coches que en su momento fueron un completo fracaso, poco menos que no los quería nadie… y ahora… ¡matarías por ellos! ¿Por qué fracasaron estos modelos? En muchos casos habría que preguntar, ¿por qué la marca lanzó estos modelos? Hay de todo: Auténticos fallos de marketing, apuestas particulares de los responsables de la marca, intento por tener un coche que sea una buena base para la competición, problemas de fiabilidad o tratar de sorprender a los compradores y a la competencia. Cosa que, alguno de ellos logró, para mal. Me he ido a la “zona alta”, es decir, coches con cierto nivel. Porque coches despreciados como los Trabant, los Yugo o en España mi querido 850, ahora cuestan un dinerito. Pero los coches que os traigo no, no valen un “dinerito” ·… ¡valen un “dineral”! 1. Alfa Romeo SZ: “Il Mostro” (1989) A ver, si a un coche le llamas “El Monstruo” … ¿Qué esperas? La idea, sobre el papel, parecía buena: Unimos una mecánica excepcional de Alfa Romeo con un diseño exclusivo de Zagato… ¿Qué puede fallar? Se pensó en hacer 1000 unidades del Coupé SZ y 350 del descapotable RZ. Y se hicieron 1.036 y 278… que costó colocar. ¿Por qué? 2. Audi Sport Quattro (1984) Un intento desesperado de los ingenieros de Audi para hacer competitivo un coche con un diseño base “equivocado”. ¿Equivocado? Pues sí. Porque as muchos se les olvida que el Grupo B más paradigmático, el Audi Quattro, no nació como Grupo B, no era un coche diseñado para la competición, sino basado en un modelo de venta al público. La versión de calle, imprescindible para poder correr en Grupo B no tuvo mucho éxito. Se dice que el Rey Emérito español “plegó” uno y parece que es cierto. Pero lo que si es cierto es que si tienes un de calle y en perfecto estado… eres rico. 3. BMW Z1 (1989) Otro coche que probé y del que se fabricaron en su momento 8.000 ejemplares… y que no gustó mucho. A mí el diseño no me entusiasmaba, pero el sistema de las puertas sí, aunque en el día a día no era muy práctico. 4. Citroën BX 4TC (1985) Al Alfa Romeo le llamaban “El Monstruo” … este BX… ¡y mira que me gusta Citroën y el BX!, era un verdadero “Monstruo”. Nació para competir en rallyes imitando de laguna manera el Audi Quattro, es decir, con el motor por delante del eje delantero… algo que salta a la vista cuando ves el coche de perfil. 5. DeLorean DMC-12 (1981) Creo que todos estamos de acuerdo: Sin la saga de “Regreso al futuro” probablemente este coche no lo conocería ni Dios. Ahora es un coche de culto, pero os hago una pregunta: Salvo el acero pulido, ¿Qué tiene de especial este coche? 6. Jensen FF (1966) Mucho Quattro y mucho Grupo B, pero en 1966 una marca britanica ya fabricaba un coche deportivo, con motor V8 de 6 litros, más de 300 CV y tracción a las cuatro ruedas. 7. Lancia Gamma Coupé (1976) ¿Por qué un coche tan bonito y que iba tan bien, fracasó? En este caso hay una explicación clara: Su fiabilidad era desastrosa. A ver, seamos sincero: Por mucho que te gusté un coche, porque mucho que disfrutes conduciéndolo, si te deja tirado cada dos por tres, tienes que llevarlo al taller con frecuencia y encima las averías son caras… pues deja de gustarte. 8. Ford Merkur (1985) Ford siempre ha sido una de las marcas que buscaba la formula del “Coche Mundial”, un coche que triunfase en todo el Mundo… y siempre o casi siempre, sin éxito. Este coche era ni más ni menos que un Sierra XR4 fabricado, con peor calidad, en los USA. Tuvo más éxito en los mercados de América del sur que en la del norte, pero nada comparado al éxito del Sierra Europeo del que se vendieron más de un millón de unidades. 9. Sterling (1986) La versión tope de gama del Rover 800 se le puso nombre propio, Sterling. Otro ejemplo de buenas ideas sobre el papel que luego, cuando se llevan a cabo, no son tan buenas. 10. Triumph Stag (1970) Creo que Triumph, cuando diseño este roadster se vino, como se dice ahora, un poco “arriba”. Porque los digo. Por dos motivos: Primero, creo que competir nada menos que con el Mercedes SL era, para Triumph y sus recursos técnicos, apuntar demasiado alto. Segundo, si pretendes eso… ¡ponle un motor bueno! No se quisieron conformar con el 6 cilindros de la berlina y diseñaron un V8 de 3 litros que no dejaba de dar problemas. Además, por aquello de competir con Mercedes le montaron inyección… mecánica. No dejaba de dar problemas y volvieron a los carburadores. Conclusión. Una pregunta a los más listos… ¿no os falta un coche en esta lista? Será el coche del día. Pero está claro que el tiempo hace justicia y la escasez hace subir los precios.