La Nueva Ruta de la Seda, Parte 1 - De China a Pakistán
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Es una gigantesca red de infraestructuras. En Pekín afirman que todos se beneficiarían de la nueva Ruta de la Seda. Sin embargo, este reportaje de dos partes muestra algo más: Se trata de plan estratégico de ramificaciones geopolíticas y económicas La antigua Ruta de la Seda es un mito, la nueva Ruta de la Seda, un proyecto gigantesco real. China quiere rediseñar la red de conexión global. Se trata de infraestructura: una red de carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos entre Asia y Europa. Un equipo de reporteros viaja por mar y tierra a lo largo de la nueva Ruta de la Seda y muestra cómo China, con el programa de inversión más grande de la historia, está expandiendo su influencia por todo el mundo. El viaje se inicia en Shenzhen, en el Delta del Río de las Perlas. Aquí es donde comenzó hace cuarenta años el legendario ascenso de China a una superpotencia económica. El experimento con las fuerzas desatadas de una economía de mercado privada convirtió a Shenzhen en una mega metrópolis. Un equipo viaja en un buque de contenedores hacia el sudeste asiático. Primera parada: la ciudad portuaria de Sihanoukville, en Camboya. Entre la población se comenta que ahora se podría viajar a China sin pasaporte y sin salir del propio país. ¡Porque Sihanoukville es prácticamente China! Humor negro contra un desarrollo que disgusta a muchos camboyanos. Casi todo lo que se ha construido aquí recientemente fue financiado por los chinos: La ampliación del puerto, nuevas carreteras, puentes y fábricas. Muchos camboyanos sienten que son los perdedores del auge de China. El aumento de los precios y los alquileres hace que los pobres sean aún más pobres. Para los propietarios de tierras y viviendas, por otro lado, se avecinan tiempos dorados. En Myanmar ya se está formando una resistencia. En Kachin, los residentes locales han protestado con éxito contra el proyecto de una represa: "¿Cómo puede ser que los chinos produzcan energía para China en nuestras tierras, mientras que nosotros mismos carecemos de electricidad en nuestras viviendas?", preguntan. El gobierno puso el freno de emergencia y el gran proyecto de la represa no superó los primeros pilares de hormigón en el río. La autopista Karakorum desde Kashgar, en China, pasando por el techo del mundo hasta Islamabad, en Pakistán, es una de las carreteras más difíciles y peligrosas en un impresionante paisaje montañoso. Los tramos de carretera terminados a menudo vuelven a destruirse al quedar sepultados por derrumbes y desprendimientos de rocas. Es como si Karakoram quisiera negarle a China el estratégico acceso al Mar Arábigo. En Islamabad finaliza la primera parte de este reportaje. Puedes verlo en DW Documental: https://www.youtube.com/dwdocumental