Palabras de vida del gran Maestro, Capítulo 29—El premio inmerecido

Disfruta La Palabra - Un pódcast de Jochen Gameros

Categorías:

Cristo está sentado con sus discípulos sobre el Monte de las Olivas. El sol se ha puesto detrás de las montañas, y las sombras de la noche, a guisa de cortina, cubren los cielos. A plena vista se halla una casa profusamente iluminada, cual si lo fuera para alguna fiesta. La luz irradia en raudales de sus aberturas, y un grupo expectante aguarda en torno de ella, indicando que está a punto de aparecer una procesión nupcial. En muchos lugares del Oriente, las fiestas de bodas se realizan por la noche. El novio va al encuentro de su prometida y la trae a su casa. A la luz de las antorchas la procesión nupcial va de la casa del padre de la esposa a la del esposo, donde se ofrece una fiesta a los huéspedes invitados. En la escena que Cristo contempla, un grupo de personas está esperando la aparición de los novios y su séquito con la intención de unirse a la procesión