Episode 458: 04 de Enero del 2025 - Devoción matutina para Adultos - ¨Con Jesús Hoy"
Daniel Ramos Podcast - Un pódcast de Daniel Ramos - Domingos
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====================================================SUSCRIBETEhttps://www.youtube.com/channel/UCNpffyr-7_zP1x1lS89ByaQ?sub_confirmation=1==================================================== DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2025“CON JESÚS HOY”Narrado por: Exyomara AvilaDesde: Bogotá, ColombiaUna cortesía de DR'Ministries y Canaan Seventh-Day Adventist Church ===================|| www.drministries.org ||===================04 de EneroGracias por el día de hoy«Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sé que siempre me oyes» (Juan 11: 41-42).Conocí a Raymond un día en que se encontraba pidiendo limosna a la entrada del supermercado más cercano a nuestra casa. nosotros acabábamos de regresar de una larga estadía en el extranjero y nos sorprendió encontrar a este hombre allí, porque era el primer mendigo que veíamos en la ciudad.De edad indefinida, vestido con ropas de invierno humildes pero limpias, aunque no hacía frío, me dijo, en su deficiente español, que le daba vergüenza pedir, pero que venía escapando de la guerrilla de su país en África, y buscaba trabajo. Al dirigirse hacia mí observé que en la palma de la mano se abría una fea llaga.Saqué del auto mi pequeño botiquín de urgencia y tuve que insistir bastante para que me permitiese limpiarle la herida y ponerle un apósito, protegido después con unas tiritas. Cuando le pregunté cómo se sentía me dio una lección que no olvidaré nunca. Porque su respuesta fue: I thank God for today (Doy gracias a Dios por el día de hoy). Los días que siguieron conseguí que me permitiese limpiarle la llaga y al poco tiempo la tenía curada.Raymond va encontrando trabajos temporales y ya no mendiga. Pero cada vez que lo veo y le pregunto cómo le va, siempre me responde con una enorme sonrisa: I thank God for today.Debo reconocer que desde que me encontré con Raymond he hecho mía su oración: «Gracias, Señor, por el día de hoy», y a este primer gesto de gratitud se añaden los motivos de agradecimiento que se agolpan en mi mente y que en realidad siempre se quedan cortos ante las innumerables bendiciones que disfruto cada día.Por las ironías de la vida (o sería quizás un guiño cariñoso de un Dios que tiene un sorprendente sentido del humor), un día que, arrollado por las urgencias de la jornada, había olvidado repetir la oración de Raymond y mascullaba mis «quejas a la vida» mientras conducía, al poner la radio oí una hermosa voz cantando, precisamente: «Gracias a la vida, que me ha dado tanto».En el texto de hoy me impresiona leer que Jesús, incluso antes de pedirle a Dios algo humanamente imposible, le da gracias «porque me escuchas siempre».Señor, gracias porque me escuchas siempre, porque me concedes el privilegio de la vida y me permites compartir contigo una jornada más que, a tu lado, estará llena de bendiciones.