El gorila lutervin

Cuentos para bebés y Niños - Un pódcast de Jhon Mayer - Lunes

Categorías:

Había una vez en lo más profundo de la selva, un gorila llamado Lutervin. Lutervin era un gorila imponente, con un pelaje negro brillante y ojos penetrantes. Era conocido por su fuerza y sabiduría, y todos los demás gorilas lo respetaban y admiraban. Lutervin vivía en una gran comunidad de gorilas en lo alto de las montañas. Pasaba sus días explorando la selva, buscando alimentos y protegiendo a su familia. Pero a pesar de su apariencia intimidante, Lutervin tenía un corazón amable y compasivo. Un día, mientras Lutervin se adentraba en el espeso bosque, escuchó un débil llanto. Siguió el sonido y encontró a un pequeño gorila huérfano, temblando de frío y miedo. Sin dudarlo, Lutervin se acercó y envolvió al pequeño gorila en sus fuertes brazos. Lutervin decidió llamar al gorila huérfano Kibo, que significa "esperanza" en el idioma de los gorilas. Lutervin se convirtió en el protector y mentor de Kibo, enseñándole todo lo que necesitaba saber para sobrevivir en la selva. Con el tiempo, Kibo creció y se convirtió en un gorila fuerte y valiente, al igual que su mentor Lutervin. Juntos, exploraban la selva, saltaban de árbol en árbol y disfrutaban de la compañía de su comunidad de gorilas. Un día, mientras Lutervin y Kibo se encontraban en lo alto de una colina, divisaron una amenaza en el horizonte. Un grupo de cazadores furtivos se acercaba a la selva, armados con rifles y trampas. Lutervin sabía que debían proteger a su comunidad y a los demás animales de la selva. Con su sabiduría y liderazgo, Lutervin organizó a los gorilas para enfrentar a los cazadores furtivos. Utilizando su fuerza y agilidad, los gorilas lograron ahuyentar a los cazadores y proteger su hogar. Después de la batalla, Lutervin se dirigió a Kibo y le dijo: "Mi querido Kibo, has demostrado ser un gorila valiente y honorable. Estoy orgulloso de ti y de la persona en la que te has convertido. Siempre recuerda que la fuerza y la sabiduría deben usarse para proteger a los más vulnerables y preservar la belleza de la naturaleza". Desde ese día, Lutervin y Kibo continuaron su vida en la selva, compartiendo su sabiduría y protegiendo a su comunidad. Su historia se convirtió en una leyenda entre los gorilas, transmitida de generación en generación, recordando la importancia de la fuerza, la sabiduría y el amor en el mundo de los gorilas. Y así, Lutervin y Kibo vivieron felices y en armonía con la naturaleza, dejando un legado de valentía y compasión para las generaciones futuras de gorilas. José Pardal