Sólo el pueblo salva al pueblo, (y a Iker Jiménez.)

El nivel de popularidad del famoso presentador de televisión, sube sin solución de remedio. El programa horizonte rompe los récords de audiencia, y parece que el ánimo por informar de lo que nadie informa ( cómo en el caso del Covid, o de la DANA de Valencia), no es castigado por el pueblo, pero si intenta ser castigado por los poderes fácticos. El señor Sánchez, pareciera que hubiese dado órdenes a todas las terminales mediáticas de su cuerda ideológica, para intentar hundirle la carrera y acabar con su figura. Iker Jiménez, el bandolero de CUATRO, con su caballo horizonte, parece que empieza a ser un problema para el poder, y el poder quiere acabar con él. ¿ La paradoja?, que cada vez que le intentan hundir la figura se hace más y más grande. El pueblo no acepta que se ataque a alguien injustamente, y, como en las series de bandoleros, se lanza en su defensa en tromba. El poder no tiene un problema con Iker Jiménez, tiene un problema con la verdad, con la libertad de expresión y con que aún quede gente con principios. Lo único que sucede es que el señor Jiménez aún no los ha perdido, mientras al resto los principios les dan lo mismo.