2112. Caso real. La paciente que "comía sano".

Comiendo con María (Nutrición) - Un pódcast de María Merino Fernández

Hoy os traigo el caso de una paciente de 32 años que acudió a consulta con un objetivo muy claro: quería perder peso y mejorar su salud hormonal.👩‍💼 Contexto personal, laboral y socialSe trata de una mujer trabajadora, con un empleo de oficina en el sector administrativo. Su jornada laboral es sedentaria, con muchas horas frente al ordenador, y aunque intentaba salir a caminar algún día, no tenía una rutina deportiva establecida. En el ámbito personal, vive con su pareja y tienen un hijo pequeño. Ella suele encargarse de la organización de las comidas familiares y, como la mayoría de madres trabajadoras, busca recetas rápidas y “que gusten a todos”, lo que muchas veces se traduce en pasta, arroz, pizzas caseras o tortillas. Socialmente tiene un círculo reducido, y sus salidas suelen girar en torno a comidas familiares de fin de semana.🔎 Motivo de consultaSu gran frustración era que, a pesar de “hacer las cosas bien”, no conseguía bajar de peso. Además, sus reglas eran irregulares, con síndrome premenstrual muy acusado, mucha hinchazón abdominal y sensación de cansancio continuo.📝 Historia dietética y registroCuando analizamos su registro dietético, se vio una dieta muy basada en hidratos de carbono y con escasez de alimentos frescos:Desayuno: pan con queso o jamón, café con leche.Media mañana: bocadillo pequeño o galletas “sin azúcar”.Comida: pasta, arroz o patata como base del plato, con proteína en menor proporción y muy poca verdura.Merienda: yogur o pan con embutido.Cena: similar a la comida, con platos abundantes de arroz, tortilla de patata, pizza casera o carne con pan.👉 Fruta: apenas una pieza al día, y no siempre.👉 Verdura: en pequeñas cantidades y repetitiva.👉 Frutos secos: ausentes.👉 Legumbres: una vez por semana, siempre del mismo modo.👉 Raciones: muy grandes.Ella se defendía con frases como “no como dulces ni ultraprocesados”, y efectivamente era cierto. Pero comer bien no es solo “no comer mal”. El equilibrio, la variedad y la densidad nutricional estaban ausentes. ⚖️ Abordaje nutricionalEl primer paso fue cambiar el foco de la cantidad a la calidad:Aumentar verduras hasta ocupar medio plato en comidas y cenas.Introducir 3 piezas de fruta al día.Incorporar frutos secos naturales.Variar y aumentar legumbres (mínimo 2–3 veces por semana).Ajustar raciones de arroz, pasta y pan, equilibrándolas con proteína y verdura.Aquí surgió una reacción muy habitual: cuando le mostré lo que era una ración adecuada de pasta o arroz, me dijo: “¿Y con eso no voy a pasar hambre?”. El miedo a quedarse insatisfecha estaba muy presente, pero entendió que al reforzar proteína, verdura y grasas saludables, el plato seguía siendo abundante y saciante.📈 Evolución y resultadosTras unas semanas de cambios:Empezó a perder peso sin sensación de hambre.Recuperó energía y vitalidad.Mejoró el tránsito intestinal y la digestión.Sus ciclos menstruales comenzaron a regularse, con menos dolor y síntomas premenstruales mucho más llevaderos.💡 ConclusiónEste caso muestra que no basta con evitar dulces o ultraprocesados. Para mejorar la salud —ya sea peso, energía o regulación hormonal—, necesitamos una alimentación variada, equilibrada y con las raciones ajustadas. Y, sobre todo, perder el miedo a que comer menos arroz o pan signifique pasar hambre: cuando el plato está bien compuesto, la saciedad llega y la salud mejora.Conviértete en un seguidor de este podcast: https://www.spreaker.com/podcast/comiendo-con-maria-nutricion--2497272/support.📍 Consulta de nutrición y psicología online y Molins de Rei...