El Estrés, Un Asesino Silencioso
CienciayBrujeria - Un pódcast de Rix/Capi/Key
Categorías:
Estres ¿Qué pasa con nuestro organismo? A nivel cerebral Según afirma Kafarela, el estrés hace que el cerebro libere neurotransmisores – mensajeros químicos que llevan información de una neurona a otra – mismos que nos hacen sentir bien o mal. Entre ellos está la serotonina, dopamina y norepinefrina. Cuando hay un desnivel en la dopamina, por ejemplo, la persona tiende a sentirse triste, agobiada, cansada o fatigada. En el caso de la norepinefrina, un cambio en sus niveles produce que al cuerpo le falte energía. Y cuando tenemos un buen nivel de serotonina, nos sentimos contentos. “Cuando hay mucho estrés, se ve afectada la funcionalidad de esos neurotransmisores, que también tienen influencia en las hormonas y nuestro funcionamiento metabólico”, advierte el médico. A nivel cardiovascular El Dr. Kafarela expresa que, en estas circunstancias, el cuerpo libera una carga de adrenalina y epinefrina, hormonas que elevan la frecuencia cardíaca y suben la presión arterial. “Es el típico fenómeno de la persona que siente el corazón rápido o dolor de cabeza, se le enrojece el rostro e incluso tiene síntomas que le hacen sospechar de un infarto”, dice. Además, podría ocurrir que, sin antes haber padecido de presión alta, el pciente tenga una experiencia repentina relacionada a la misma. “Hay una conexión entre el exceso de estrés o de angustia con liberación de esas hormonas y una elevación de la presión”, recuerda Kafarela. A nivel digestivo Cuando estamos estresados, nuestro sistema digestivo libera mayores niveles de ácido gástrico y ácido clorhídrico, lo que genera problemas digestivos. Asimismo, el páncreas libera mucha mayor cantidad de jugos pancreáticos. En consecuencia, se ve afectado el funcionamiento de hígado y del páncreas como tal. “Algunas personas sufren de úlceras de estrés porque tienen niveles altísimos de angustia y ansiedad ante un evento o situación determinada. Las úlceras de este tipo no son malignas, pero sí sintomáticas”, afirma Kafarela.