Pablo Alboran: ''Lo mejor de las pasiones, es que se pueden estudiar''
BBVA Aprendemos juntos 2030 - Un pódcast de BBVA Podcast - Martes
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En su casa había un piano. Muy antiguo, desafinado y con las cuerdas gastadas. Pero de niño, a Pablo Alborán le parecía “una nave espacial”. Lo miraba fascinado y se sentaba durante horas a aporrear sus teclas. Un día, su madre le dijo algo muy especial: “Lo mejor de las pasiones, es que se pueden estudiar”. Y así lo hizo, con una buena maestra que fomentó su pasión y dedicación por la música. “Sentado en el piano sentía que podía transmitir lo que quería, ser yo mismo, estar en mi mundo… La música me hacía feliz”, explica Alborán en 'Aprendemos juntos'. Compuso sus primeras canciones con doce años, y ya entonces despuntaba en él un talento fuera de lo normal. En su Málaga natal, se formó también en el flamenco, la música acústica y la guitarra. Empezó su andadura subiendo sus propios temas a plataformas como MySpace o YouTube, hasta que un productor musical llamó a su puerta y así comenzó una carrera llena de éxitos y reconocimientos. 23 años después, con más de 30 premios musicales a sus espaldas, su pasión sigue intacta y la música sigue siendo su vida: “A mí me sigue fascinando lo que hago, me sigo emocionando cada día. Creo que, en realidad, ese es el verdadero éxito”, asegura. En 2021, Pablo Alborán fue nombrado embajador de Unicef para la infancia: “La educación es un puente directo a la libertad”, concluye.