Tensiones y Desafíos en el Conflicto Hamás e Israel

Después de casi cuatro meses desde el inicio de la guerra, se vislumbra la posibilidad de alcanzar un nuevo acuerdo que suspenda temporalmente los combates en Gaza y permita la liberación de otro grupo de rehenes. Inicialmente, los líderes de Hamás respondieron positivamente a la propuesta de una pausa de seis semanas, que contempla el intercambio de rehenes por tres veces más prisioneros palestinos y la distribución ilimitada de ayuda humanitaria. Esta propuesta fue elaborada en París por funcionarios israelíes, delegados estadounidenses y negociadores cataríes y egipcios.Sin embargo, persisten demandas clave, como el retiro definitivo de las tropas militares israelíes, la reconstrucción del enclave palestino y la liberación de todos los miembros de Hamás actualmente encarcelados en Israel. Estas exigencias, difícilmente aceptables para la contraparte, se presentan a pesar de la afirmación del ministro de defensa de Israel de haber desmantelado las unidades militares de Hamás en Jan Yunis, quedando solo la confrontación de los bastiones en la ciudad de Rafhá para lograr una victoria militar en Gaza. Este escenario tiende a aumentar las tensiones; en Israel, a pesar de la presión de las familias de los secuestrados para que se materialicen los acuerdos, varios sectores políticos y sociales exigen una mayor ofensiva. En el seno de Hamás, los líderes palestinos muestran divisiones entre los que se encuentran en Gaza y aquellos que emiten órdenes desde el exterior. Mientras los primeros podrían aceptar el cese temporal, los segundos exigen el fin total de la ofensiva, todo ello en medio del debilitamiento de sus milicias y la escasez de provisiones de guerra. A pesar de estos desafíos, algunas fuentes cercanas a ambas partes expresan optimismo ante la posibilidad de alcanzar un acuerdo en un futuro próximo.