La guerra más prolongada en la historia de Israel

Los últimos seis meses desde el inicio de las operaciones militares contra Hamás en Gaza han marcado la guerra más extensa que Israel ha enfrentado en defensa de su soberanía. Las secuelas del atentado terrorista persisten y se registrarán en los capítulos más oscuros de la historia nacional como el mayor acto de asesinato de israelíes en un solo día. Numerosas zonas del país cercanas a Gaza y los territorios limítrofes con el sur del Líbano han quedado deshabitados por cuestiones de seguridad. A pesar del control militar israelí, el riesgo de cohetes lanzados por Hamás hacia el centro y sur del país, así como posibles acciones terroristas del grupo libanés Hezbolá en el norte del país, persisten. Además, Israel ha recibido amenazas de represalia por parte de Irán y en los últimos días, al menos 28 embajadas de Israel en todo el mundo han sido temporalmente cerradas. Por estas razones, dentro del país ha surgido un nivel de preocupación que ha llevado a la población a abastecerse de agua y alimentos básicos para estar largos periodos resguardados en los búnkeres que cada hogar israelí posee y así protegerse de posibles ataques. Aunque ya se han desmantelado 18 de los 24 batallones de Hamás, su último bastión se encuentra en medio de la población de Rafhá, que es el próximo objetivo militar de Israel. El portavoz militar de las FDI, el capitán Rony Kaplan, afirma que: "Hamás planea establecer un califato sobre las ruinas de Israel, para luego unirse a otros califatos cercanos e instaurar un nuevo orden mundial de corte islamista radical. Hamás busca la destrucción del mundo libre mediante sus guerras santas". Ante la pregunta sobre cuándo terminará la guerra, su respuesta fue: "Hasta que se logre debilitar a este grupo terrorista, privandolo de todas las posibilidades para que continúe con su lucha".