52. Adicciones

Ante el inconsciente - Un pódcast de Marly Kuenerz y Laureano Perez

Todos somos adictos a algo: cosas materiales, estados mentales o emocionales, sensaciones físicas... Mucho se puede decir de las adicciones, pero si hay algo general en ellas es que siempre proceden de una sensibilidad extrema, que no permite vivir tranquilo en nuestro mundo embrutecido y sus exigencias. Etimológicamente, adicto es una persona con tantas deudas que queda esclavizada a otra (o a sus ideales o expectativas). Entonces, por ejemplo, lo que se espera de nosotros por parte del mundo y la sociedad puede ser tanto que no alcanzar esas expectativas produzca culpa. El adicto huye de esa culpa mediante su adicción, lo cual genera más y mas culpa, produciendo el correspondiente castigo corporal o emocional. Por eso es tan difícil salir de ahi. Por otro lado, todo adicto es una persona traumatizada, aunque no todos los traumatizados son adictos. Pues A-dicto también es no-dicho…  Algo no expresado que se simboliza en la adicción, como alternativa y  alivio temporal al secreto. Según Jung, los adictos son místicos frustrados, con voluntad de conectar con lo trascendente pero sin conseguir hacerlo. De hecho, Jung sentó casi sin saberlo las bases de Alcohólicos Anónimos. Al final el alcoholismo (y muchas adicciones) es un rezo al “gran espíritu” del alcohol, una “religión impostada”, quizás debida a la falta de espíritu de nuestros días. Si no encontramos un espacio propio de paz, la adicción sigue, en un ciclo automático. En el sueño de hoy, una opositora querría liberar unos pájaros enjaulados, pero duda si morirán por ser libres.   Libro mencionado: Gabor Maté - In the realm of hungry ghosts: Close Encounters with Addiction