36. El niño interior

Ante el inconsciente - Un pódcast de Marly Kuenerz y Laureano Perez

Los niños son siempre un comienzo de algo nuevo, una nueva vida, futuro en potencia. Y además llevan implícito un color emocional, pues los niños no son planos y mentales, sino vitales y emotivos. Por ello, podemos afirmar que el niño es un arquetipo de expresión emocional que representa a la perfección tu propia emoción. Como todo arquetipo, no solo expresa las emociones del niño herido, sino también las de la parte sana y constructiva, llena de potencial y de inocencia pura. Es por esto que el niño interior es una herramienta terapéutica inigualable, ya que te trae al aquí y al ahora y suple tus carencias. Hace confluir al niño y al adulto, a la vitalidad y a la estructura, a las emociones y a las ideas. Estando juntos, todo fluye armónicamente, erradicando el conflicto y su desgaste energético. Usarlo como símbolo, después de haber estado "olvidado" es un evento iniciático, pues el encuentro provee de completitud y brinda un acceso al poder personal que asegura el coraje de hacer lo que sabes que tienen que hacer. En este contexto, desciframos el sueño de una chica que da a luz a su propia niña interior para su grandísima alegría, pero que se ve truncada en segundos por las expectativas sociales vergonzantes que ella misma tiene de esa bebé.