Mateo 14, 22-33 - XIX Domingo durante el año (A)

Algo del Evangelio - Padre Rodrigo Aguilar - Un pódcast de Algo del Evangelio

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 14, 22-33         Después que se sació la multitud, Jesús obligó a los discípulos que subieran a la barca y pasaran antes que Él a la otra orilla, mientras Él despedía a la multitud. Después, subió a la montaña para orar a solas. Y al atardecer, todavía estaba allí, solo.       La barca ya estaba muy lejos de la costa, sacudida por las olas, porque tenían viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el mar. Los discípulos, al verlo caminar sobre el mar, se asustaron. «Es un fantasma», dijeron, y llenos de temor se pusieron a gritar.       Pero Jesús les dijo: «Tranquilícense, soy Yo; no teman».       Entonces Pedro le respondió: «Señor, si eres tú, mándame ir a tu encuentro sobre el agua».       «Ven,» le dijo Jesús. Y Pedro, bajando de la barca, comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Él. Pero, al ver la violencia del viento, tuvo miedo, y como empezaba a hundirse, gritó: «Señor, sálvame». En seguida, Jesús le tendió la mano y lo sostuvo, mientras le decía: «Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?»       En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en ella se postraron ante Él, diciendo: «Verdaderamente, tú eres el Hijo de Dios».   Palabra del Señor.