86. La niña que sana, el hombre que ama.

El camino del autoconocimiento es un regalo que nos damos a nosotros mismos, un acto de amor profundo que nos invita a mirar dentro y sanar las heridas que, consciente o inconscientemente, llevamos desde nuestra infancia. En este viaje, conectar con nuestra niña o niño interior es fundamental, porque es ahí donde residen las emociones no resueltas, los miedos, las creencias limitantes y, sobre todo, una profunda necesidad de ser vistos, escuchados y comprendidos. Sanar a nuestro niño interior no es culpar ni juzgar el pasado, sino ofrecerle a esa parte de nosotros el amor y la validación que quizás no recibió en su momento. Es reconocer su dolor y, al mismo tiempo, honrar su resiliencia. Este proceso no solo libera cargas emocionales, sino que nos permite transformar las raíces desde las cuales creamos nuestra realidad. Cuando no sanamos, muchas veces deseamos y atraemos desde la carencia: buscamos el amor para llenar vacíos, el éxito para validar nuestro valor o la aprobación externa para sentirnos suficientes. Pero, al reconectar con nuestro interior y darle luz al inconsciente, entendemos que no necesitamos cumplir con expectativas ajenas ni repetir patrones dañinos. Aprendemos a desear desde la plenitud, desde el reconocimiento de lo que verdaderamente merecemos. El autoconocimiento nos da visibilidad ante nosotras mismas, nos permite comprender nuestras emociones, respetar nuestros ritmos y ser más compasivas con nuestra propia historia, nuestra "leyenda personal". Es un proceso de iluminar esas partes que hemos ignorado o reprimido, abrazarlas con amor y transformarlas en fortaleza. Solo cuando nos conocemos y nos reconciliamos con nuestro pasado podemos atraer a nuestra vida lo que realmente deseamos: relaciones sanas, oportunidades alineadas con nuestro propósito y una conexión más auténtica con nosotras mismas. Porque el verdadero cambio no surge de lo externo, sino del trabajo interno, de ese compromiso diario de amarnos tal como somos y confiar en que la vida nos dará lo mejor cuando lo construyamos desde un lugar de amor propio. Sanar y conocernos no solo es un acto de sanación individual, sino también una manera de honrar la vida que queremos crear. Es el inicio de una transformación profunda que nos libera para vivir con mayor plenitud, paz y luz. 🌟Bambi, www.magiaescreerenti.com