¿Pedirá Occidente las actas a Moldavia? Cambios radicales en conteo de votos plantean preguntas
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La actual presidenta de Moldavia y candidata a la reelección, Maia Sandú, obtuvo el 42,31% de los votos, seguida de Alexandr Stoianoglo, exfiscal general y líder del Partido de los Socialistas, con el 26,09%. En tanto, en el referéndum de consulta para la adhesión a la Unión Europea, ganó el 'sí'. Pero, ¿qué pasó en el proceso? ¿Pedirá Occidente las actas, como a Venezuela? El resultado de los comicios en Moldavia no pasaría de ser una anécdota más dentro de un acto eleccionario, si no fuera por la deriva que tomó el conteo de los votos con el correr de las horas. ¿Producto del contexto geopolítico, donde la OTAN ya ha puesto un pie y medio dentro del país, al que la Unión Europea [UE] quiere sí o sí en su seno, en el escenario del conflicto en Ucrania? Lo cierto es que se dieron muchas circunstancias, como que dentro de los países europeos los ciudadanos moldavos tenían muchas facilidades para ejercer su derecho a voto, incluida una buena cantidad de colegios electorales repartidos en todos los países del territorio comunitario. Como contraste, en Rusia solo apenas se abrieron dos colegios electorales en la Embajada de Moldavia en Moscú, según argumentaron, "debido a problemas de seguridad en otros lugares". En cambio, en los comicios de 2020 se instalaron 17 colegios electorales en varias ciudades rusas. Luego está lo del recuento de los votos, no solo para los candidatos a la presidencia, sino también para el referéndum. La dinámica que se produjo en el conteo hizo que los resultados cambiaran de manera poco habitual durante el proceso, algo para nada habitual en unas elecciones. En este sentido, el líder del bloque opositor Victoria, Ilan Shor, afirmó que la presidenta Maia Sandu fue derrotada en el referéndum sobre la adhesión de Moldavia a la UE. Más de 2.000 observadores, entre ellos representantes de la OSCE y otras organizaciones, así como diplomáticos extranjeros, supervisaron las elecciones. Sin embargo, los representantes de Rusia y de las instituciones de la Comunidad de Estados Independientes [CEI] no fueron invitados a observar el proceso. Tanto llamó la atención, que el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró: "Los indicadores que vemos ahora y la dinámica de sus cambios plantean muchas preguntas. La primera es, por supuesto, unos índices tan mecánicos y difíciles de explicar de aumento de votos a favor de Maya Sandu y a favor de los participantes que hablan a favor de la orientación hacia la Unión Europea. Cualquier observador que entienda la esencia de los procesos políticos puede darse cuenta de ello". Para el analista internacional Eduardo Luque, estas palabras de Peskov representan una realidad. "Aquellos quienes hemos estado en procesos electorales a nivel internacional, sabemos que las matemáticas no fallan. Cuando tienes un nivel de recuento determinado de una población que vota, y si esta extrapolación se hace de forma correcta, matemáticamente los resultados tienen una altísima correlación con los primeros resultados obtenidos". "Hay que tener una muestra evidente representativa a nivel de ciudad, de pueblos, de provincias, pero esto se sabe. Además, es un activo que se utiliza muchísimo en campañas electorales, y no es diferente de un país a otro. Y con un 42% de votos escrutados en el que ya salía un resultado ajustadísimo para la presidenta y el segundo en liza [Stoianoglo], y una derrota en el referéndum, era muy difícil creerse que se ha dado la vuelta. Matemáticamente, es bastante incoherente y amplía dudas sobre la limpieza del proceso, porque es una cuestión de cálculo matemático y de proyección de votos", concluye Eduardo Luque.