La "república bananera" de Alemania y Zelenski tienen algo en común: son el hazmerreír
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El principal problema del actual sistema político de Alemania es que se trata de una clásica "república bananera". Así lo declaró la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, quien además bromeó al proponer a Volodímir Zelenski que discutiera "su vuelo a Marte" con Elon Musk. El canciller alemán, Olaf Scholz, anunció que pedirá un voto de confianza del Bundestag el próximo 15 de enero, algo que permitiría convocar elecciones anticipadas en marzo. Asimismo, pidió al presidente, Frank-Walter Steinmeier, destituir al ministro de Finanzas y jefe del Partido Democrático Libre (FDP), Christian Lindner, alegando la falta de voluntad para aprobar, tanto un aumento del gasto para apoyar a Ucrania, como la inversión en el futuro de Alemania. "Me siento obligado a dar este paso para apartar el daño de nuestro país. Estamos aumentando nuestro apoyo a Ucrania, que se enfrenta a un invierno difícil (…) Pero debo decirlo una vez más: el ministro federal de Finanzas no está dispuesto a implementar esta oferta en el Gobierno federal en beneficio de nuestro país. Ya no quiero someter a nuestro país a este tipo de comportamiento. Tras las elecciones en EEUU, el incremento de la asistencia a Kiev 'enviaría una señal muy importante: la de que puede confiar en nosotros'", dijo el canciller. Pero el argumento de Scholz de expulsar a Lindner por negar el aumento de apoyo a Ucrania para enfrentar el invierno, es falso, pues este conflicto con Lindner tiene origen el pasado mes de agosto, cuando el ministro de Finanzas no incluyó dinero para enviar armas en la planificación presupuestaria. Entonces, un medio alemán, citando fuentes del Ministerio de Defensa, informó que en ese momento había "más de 30 medidas altamente prioritarias para Ucrania", por un valor de más de 3.000 millones de euros, que no podían realizarse por los requisitos presentados por Lindner. La cartera castrense acusó al ministro de Finanzas de "poner en peligro el suministro continuo de todos los sistemas de armas entregados a Ucrania". Se informó que el Ministerio de Defensa presentó el pasado mes mayo un plan para prestar ayuda por un valor superior a los 3.800 millones de euros: 1.300 millones de euros para piezas de repuesto, 600 millones de euros para municiones de artillería, 500 millones de euros para drones y 500 millones de euros para vehículos blindados. Pero Scholz dice que echa a Lindner por rechazar el envío a Ucrania para enfrentar el invierno. Tampoco aclaró cuál es el "beneficio" que tiene Alemania —y sobre todo su pueblo— tal como dijo, de enviar "ayuda" a Ucrania. El analista internacional Nicola Hadwa afirma que el Gobierno alemán está desintegrándose. "Scholz no quiere una política de reactivación económica que ha planteado Lindner en un documento, y que se lo cuestionaron porque ha sido serio. El pasado 3 de noviembre Scholz citó a Lindner para reprenderlo y reprimirlo por ese documento. Esta situación se dio también con el vicencaciller y ministro de Economía, el ecologista Robert Habeck", explica el experto. La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, reaccionó a esta debacle teutona. En su canal de Telegram escribió que "el colapso de la coalición gubernamental alemana expuso el principal problema del sistema político moderno de la República Federal de Alemania: la clásica ‘república bananera'". "¿Qué querías? Berlín no logró preservar el gas ruso, que es vital para sus ciudadanos y el complejo industrial y económico, perdió la oportunidad de mantener el ritmo de crecimiento económico y vigila diligentemente la emigración de sus industrias y empresas a los EEUU. Y para colmo de todo este masoquismo, Berlín dejó de fingir que el Gobierno alemán tiene independencia, y de pretender que no son los gobernadores de los neoliberales estadounidenses en la Unión Europea", subrayó Zajárova.