Ángeles y demonios tienen que ver con los orígenes del bien y del mal.  Los hombres tenemos cuerpo y alma. Los ángeles tienen una naturaleza puramente espiritual; es decir, una naturaleza que carece de materia y que no está ordenada a vivir en un cuerpo, siendo inmortales. Cada ángel tiene una misión especial y se consideran personificaciones de atributos y acciones divinas.     En tanto el demonio es para la religión, ocultismo y folklore un ser sobrenatural, descrito como algo no humano y que usualmente resulta malévolo. El término proveniente del griego “daimon” (genio o espíritu) es neutral y no tiene connotaciones de maldad o malevolencia. En TVP (regresiones), muchas veces se invoca la ayuda de los ángeles para sanar heridas que hasta el momento nos están causando miedos, fobias, temores, etc. De acuerdo a J.L. Cabouli, los demonios “no son otra cosa que almas desencarnadas … que han extraviado su camino a la Luz…”